Haz click aquí para copiar la URL
España España · Oviedo
Voto de Gould:
9
Drama La mala salud del patriarca de una familia numerosa (Chisu Ryu) obliga a avisar a uno de los hijos, que vive alejado de Tokio, para que acuda con su mujer a visitar la casa familiar. En cuanto llegan, comprueban que ya se ha recuperado de manera satisfactoria. En la casa vive también la viuda del hijo mayor (Hideko Takamine) y su propio hijo adolescente. Otro de los hijos malvive regentando un modesto restaurante de ramen, al que acude ... [+]
29 de septiembre de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras una leve caída en el jardín de la casa del anciano padre, la numerosa familia Ishikawa se reúne en la casa donde los padres viven con sus hijas solteras y la viuda del hijo mayor fallecido. Magnífico retrato familiar, situado en vísperas de la celebración de los Juegos Olímpicos, que combina los habituales temas e inquietudes del cine de Mikio Naruse en torno al matrimonio, el deseo de conseguir un buen partido, los abandonos o la cambiante condición de la mujer en la patriarcal sociedad japonesa de postguerra, en un momento en el que la presión social o el peso de la tradición van cediendo terreno frente a las nuevas y jóvenes generaciones. Para Naruse, uno de los grandes directores de mujeres de la historia del cine, esta es siempre una víctima de la tradición que aplasta sus ilusiones pero que, a pesar de ello, gracias a su sacrificio y entereza sabe sobrevivir y seguir adelante sin caer en la típica autocompasión masculina. La película se sirve igualmente de los numerosos encuentros familiares para mostrar las diferencias de carácter, las visiones y deseos de futuro, las esperanzas de los personajes en los que vida, muerte, matrimonios, funerales y herencias, intereses y egoísmos, se nos muestran con la habitual sencillez, hondura y maestría de Naruse y donde la posición social, el trabajo o las posesiones son un elemento clave en la identidad de todos ellos. El maravilloso reparto se compone de los habituales actores de la factoría Ozu-Naruse –incluido el mítico Chishu Ryu como anciano padre- todos ellos excepcionales destacando especialmente el trabajo de la actriz fetiche de Naruse, Hideko Takamine, dando vida a la dulce pero firme Yoshiko, que tiene que soportar todas las intemperancias y pullas de sus cuñados. Naruse rueda de manera ligeramente diferente a los habituales modos de su cine, en este caso con una agilidad y un dinamismo normalmente ausentes en el habitualmente reposado e hipnótico tono de las películas del realizador japonés pero, de igual modo, va llenando de emoción, algunas briznas de humor y poesía esta crónica familiar certera, triste y alegre cual cuarteto de Mozart y componer, una vez más, otra cumbre en el impresionante catálogo de maravillas con el que nos sigue llenando de dicha, estupor y bendiciones.
Gould
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow