El exitazo del Batman de 1989, abrió las puertas de Hollywood a muchos personajes ya no solo del cómic, sino también algunos creados o convertidos en el mismo tono lúgubre que empleo Tim Burton en su film; no se hicieron esperar y al año siguiente tuvimos en la cartelera al impoluto e incorruptible Dick Tracy, a las dicharacheras (y afeadas) Tortugas Ninja, al trágico y vengativo Darkman, e incluso el ultrapatriótico Capitán América tuvo su oportunidad en una barata (y desastrosa) producción, esta si, derechita al video.

La tele no se quedó al margen de la batmanía y ese mismo año Danny Bilson y Paul De Meo (guionistas de "The Rocketeer", otro cómic llevado al celuloide en 1990) hicieron realidad esta serie sobre el veloz personaje creado por Gardner Fox y Harry Lampert, bajo la batuta de la Warner Bros.

Como en toda serie de tv, no todos los episodios son igual de entretenidos, pero dado que solo duró una temporada, no da para muchos altibajos y todos ellos mantienen el ritmo; ritmo que se ve perjudicado por la no tan acertada combinación de los momentos entre el protagonista y la científica (la insulsa relación amor/amistad de estos), con otros pasajes un tanto infantiles (la inepta pareja de policía). Sus primeros capítulos, exceptuando el piloto, no dan lugar a supervillanos, pero ante la calidad del asunto era solo cuestión de tiempo la aparición de personajes como Capitán Frío, Amo de los Espejos o The Trickster, lo que sin duda le hace subir puntos a la serie. Sin embargo, el elevado coste de cada capítulo y el torpe proceder de la CBS al programarla en un horario erróneo, acabó con ella antes de tiempo, ningún episodio recuperaba un duro y tras varios intentos fallidos para hacerla reflotar en la parrilla televisiva, la Warner la mandó a tomar por saco.

En definitiva, una limitada serie muy de su tiempo, que recomendaría de todas formas aunque solo fuese por echarle un vistazo.