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Voto de Archilupo:
7
Western. Romance Tras el atraco a un banco fronterizo, Johnny Río es traicionado por Dad, su mejor amigo y compañero de correrías. Apresado por la policía mexicana, pasa cinco amargos años en la prision de Sonora, durante los cuales, vive obsesionado con la idea de vengarse del traidor. Tras ser puesto en libertad, visita a Dad, que se ha convertido en un hombre respetable y es el sheriff de Monterrey. Cuando Dad le presenta a su hijastra Louisa, Jonnhy ... [+]
19 de septiembre de 2009
47 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo vio Marlon Brando en la novela, y con su recién fundada productora acometió un colosal intento. Desde el principio quería dejar impronta. El primer guionista se marchó. Con el segundo siguieron las discusiones. El director elegido, un emergente Kubrick, también se apartó enseguida, a reflotar “Espartaco”. Así que Brando acaparó el control del proyecto. Acertó al contratar el reparto (K. Malden, Katy Jurado, Pina Pellicer) y los dirigió muy bien, obteniendo de ellos gran rendimiento. También acertó con el fotógrafo, Charles Lang: el tratamiento del paisaje da imágenes misteriosas, iluminadas por una luz calcinada o lunar que parece siempre proceder de una ensoñación: las tormentas de arena, el poblado chino en la costa californiana, insólita inclusión del océano y las playas en un western…

La historia está llena de motivación. Dos atracadores huyen con apuros de los ‘rurales’. Uno se sacrifica y aguanta para mantenerlos a raya. El otro le traiciona y no vuelve. Con el tiempo, el traidor es representante de la autoridad. Bendice la mesa junto a su honorable familia. Es capaz de las mayores trolas, sin pestañear. El traicionado, tras cinco años en prisión, busca la ocasión de ajustar cuentas mediante retorcida vendetta.

Las partes obligadas por el género (las de acción: tiros, tragos, peleas, carreras, burdeles…) tienen gran resolución, en especial el imponente duelo.

¿Dónde está el problema por el que, con fogonazos de originalidad deslumbrante, la totalidad no está conjuntada?
Quizá la cualidad colosal del intento: las 35 horas de material filmado se comprimieron a un metraje (kilometraje, diríamos) de 5, inviable, lo que forzó otro montaje drástico que lo dejó en 2:20. La mayor parte de lo concebido por Brando quedó fuera; subtramas enteras, como el romance con una china. Y aún hubo parches aconsejados por los asesores, como un final “más positivo”.
Además, Brando dirigió muy bien a los demás actores pero no a sí mismo. La abundancia de sus primeros planos en detrimento del diálogo marea, y la sobreactuación al interpretar al personaje del indómito llega a incomodar cuando durante minutos, con el rostro excesivamente maquillado, sostiene ante la cámara un rictus de dureza total.

Sobre las razones del astro para sentirse atraído por la novela —una buena historia de traiciones, venganzas y desnudamiento del poder político— el psicoanálisis subraya con énfasis los nombres de los mortales antagonistas: Río The Kid (EL CHICO), y Dad (PAPÁ) Longworth.

De volcarse en la película Brando pasó, por la fría acogida, a desentenderse cínicamente de una obra que no reconocía como suya en tanto que artista, pues el colosal intento había resultado en algo paupérrimo en comparación con su expectativa.

Primera y última vez: no lo intentó más.
“No es más que una obra mediocre para ganar dinero”, dijo al respecto. Y también, coincidiendo con Warhol: “No soy un artista sino un hombre de negocios”.

Mentía, evidentemente.
Archilupo
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