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Voto de Archilupo:
8
Drama. Romance Xiu (Gong Li), una mujer sofisticada e independiente, mantiene una relación con Chen Ching (Leung Ka Fai), un tímido e introvertido poeta que trabaja como bibliotecario. Antes de encontrar a Xiu, Chen Ching había conocido en un baile a Zhou Yu (Gong Li), una pintora de porcelana. Entre ambos nace una pasión desbordante. Sin embargo, con el paso del tiempo, el poeta se siente demasiado presionado por la pasión de Zhou Yu y por las ... [+]
10 de abril de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de amores cruzados que involucran a dos hombres y dos mujeres, complejamente tramada mediante saltos temporales y escenas que retornan.
Que la misma actriz, Gong Li, interprete los dos personajes femeninos no facilita el seguimiento de la historia al espectador. Le conviene estar alerta desde el primer minuto:

Xin (con pelo corto) narra en off la historia. Ama actualmente al poeta Chen Ching.
Zhou Yu (con pelo largo), decoradora de vasijas, protagoniza esa historia con su amor obsesivo por Chen Ching cuando era inédito y exquisito.
Zhang, un veterinario prosaico y zumbón, ama a Zhou Yu al conocerla en uno de los trenes.
El amor de Chen Chig tiende a ser la poesía.

Subyugada por los versos que el poeta escribe cada día para ella, Zhou Yu viaja en tren a verle dos veces por semana. Emocionalmente vive en el límite en que realidad y deseo se confunden, como se confunde el amor al poeta con el amor a la poesía. Lleva consigo los manuscritos y busca los lugares sublimes descritos en ellos: por ejemplo, el Lago Dorado, resulta que escondido por la niebla. Pero si está en el corazón, es real; tal es su divisa.
La narración va contando cómo el anhelo de éxito, la presión impaciente, las reacciones pasivas, la incertidumbre insoluble, pueden enrarecer el vínculo entre unos enamorados.
Por las arterias de este espacio poético, los impulsos amorosos circulan en paralelo, o cruzándose, o apartándose, como vías de ferrocarril. El tren va y viene sin cesar, omnipresente, potenciado como símbolo del ansia amorosa; como vehículo que (a diferencia de otros, nefastos) lleva a presencia del amado.
Un despierto tratamiento del aspecto visual llena muchos planos de fuerza lírica y sugerencias sutiles, logrando un relato cinematográfico de bella densidad.
Archilupo
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