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Voto de Archilupo:
8
Drama. Romance Paul, que nunca ha salido de su ciudad ni de su país, lleva una vida tranquila y acogedora con su madre y con su círculo de amigos. Todo cambiará cuando Noel, la hermana pequeña de uno de sus amigos, regresa a la ciudad tras graduarse. Paul tiene una merecida fama de mujeriego, y Noel todavía es virgen; así que tendrá que demostrarles a todos que esta vez sus sentimientos van más allá del placer. (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2008
35 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película independiente norteamericana, se sitúa su historia en un pequeño y apartado pueblo de Carolina del Norte.
Los escasos habitantes jóvenes trabajan sin horizontes en un par de fábricas desvencijadas. Se conocen todos.
Cuando lo acostumbrado son relaciones efímeras, enseguida rotas tras agrio forcejeo, encontrar a alguien con quien los sentimientos amorosos importan más que el deseo, o que el afán de dominio, es entrar en un mundo emocional nuevo. Y la novedad se puede vivir con desconcierto; se tiende a repetir pronto lo aprendido en las correrías: despecho, cólera, desdén...
Algo así le ocurre a Paul cuando al pueblo regresa Noel, convertida en mujer tras años de internado, y la ve tan fácil de conquistar como las veintiséis anteriormente conquistadas en la rutina local. Incluso más fácil, puesto que es inexperta, casi adolescente, y de ahí su especial atractivo.
El guión, de escritura inteligente y precisa, libre de conceptualismos, se acerca a lo excelente. Los personajes no se lanzan a especulaciones sino que se expresan directamente y recurren al relato de breves historias. La de los patos volando en uve, por ejemplo, y en el momento en que es contada, dice más que un tratado o mil parrafadas intelectuales.
Con el crecimiento de la atracción amorosa, la presencia de los personajes se intensifica en lenta progresión: se van transformando conforme se ahonda en el conflicto, que es bastante.
La percepción del otro, la comprensión, el perdón, son dificultades desconocidas que se aprenden con dolor y zozobra.
"Nadie nos pidió que fuéramos perfectos", alega Noel.
Su personaje lo encarna Zooey Deschanel, y consigue un trabajo magnético, por la dicción singular. Tenue y demorada, entre dientes, casi inaudible a ratos, la basó en el acento de Carolina, con espectacular resultado artístico.
Los restantes actores también alcanzan gran altura. La cámara lo aprovecha en frecuentes primeros planos.
La fotografía usa una sobria paleta de ocres terrosos, cobrizos, ambarinos. Escoge luz invernal, crepúsculos, interiores en penumbra, fogatas que alumbran movedizamente los rostros desde abajo, y bellos paisajes serenos. Es parte muy importante del film: la faceta lírica.
Si el cine independiente quiere proponer autenticidad, esta notable película lo hace.
Archilupo
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