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Voto de tantra:
9
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Documental
Recorriendo Francia, Agnès Varda se ha encontrado con espigadores, recolectores, gente que busca entre la basura. Por necesidad, o por puro azar, estas gentes recogen los objetos desechados por otros. Su mundo es sorprendente. Y la directora, a su manera, es también una especie de espigadora que selecciona y recoge imágenes aquí y allá. (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2005
55 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para todos aquellas personas que ignoren la cantidad de objetos útiles que desperdicia la sociedad, esta pelicula puede servir para concienciarles de que el consumismo reina en ella. Imprescindible visionado en escuelas y centros educativos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Basándose en el antiguo oficio del espigueo, que consistia en recolectar pequeños granos de trigo después de la cosecha, la directora francesa nos presenta, de forma original y dinámica, todo el mundillo que rodea a los recolectores de deshechos y a todos aquellos que buscan entre la basura. La directora recorre distintas zonas de Francia, analizando el desperdicio de un tipo concreto de producto (patatas, coles, uvas, manzanas...) encontrando a su paso todo tipo de historias, gente que practica el espigueo bien por razones éticas y de aprovechamiento, o como en la mayoría de los casos, por auténtica necesidad. El metraje expone con inteligente ironía y gran dosis de crítica, el tremendo consumismo de la sociedad y muestra cómo gran cantidad de objetos y alimentos desaprovechados, abandonados y rechazados por los consum(istas)idores son aprovechados por vagabundos, inventores, desamparados o personajes excéntricos, en ocasiones muy creativos y dotados de una gran inteligencia y conciencia social, pero que están mal considerados o excluidos de una sociedad que trata de ocultar todo aquello que considera inútil y prescindible. La realizadora participa de forma activa en el metraje recolectando todo tipo de material relacionado con la película, entrevistando a letrados que explican cada término legal relacionado con el espigueo, incluso buscando entre todo aquello que la gente tira. La directora es una especie de espigadora en sí, que capta con su cámara todo tipo de imágenes, demostrando así que no hay edad ni límites para la curiosidad. La originalidad de cada plano, apoyado por la excelente banda sonora hacen de este documental un ejemplo del mejor cine francés actual.