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Mongolia Mongolia · Pandereta's Land
Voto de tantra:
8
Thriller Cuando el viejo actor Byron Orlock comprueba que la vida real supera con creces la violencia de sus películas de terror, decide abandonar el cine. Sin embargo, el joven y ambicioso director Sammy Michaels lo convence para interpretar un último papel, muy distinto a los habituales. Mientras tanto, un veterano del Vietnam, que había sido siempre un hombre amable y cordial, empieza a sentir una enfermiza fascinación por las armas. En un ... [+]
6 de febrero de 2010
39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escalofriante debut de Peter Bogdanovich, director que ahora descubro y ante el que me descubro por un comienzo de carrera tan espectacular. Sólo recuerdo un debut de semejante categoría con "12 hombres sin piedad" de Lumet.

Que el deleznable título español no les eche para atrás. Aquí no hay flipados del tres al cuarto. Se trata de un espeluznante retrato psicológico de un asesino en serie y en serio, muy cercano al estilo casi documental de "El estrangulador de Boston", como otros usuarios ya han comentado anteriormente. Pocos directores han sido capaces de crear una atmósfera tan inquietante retratando a una familia de clase media aparentemente feliz y normal. Sin embargo, de forma soterrada se palpa que algo no funciona en la cabeza del protagonista, con un exacerbado fanatismo por las armas.

Film trufado de guiños a la cultura popular (magnífica escena de cierre del autocine), así como guiños al cine clásico americano, especialmente a Howard Hawks, director que Bogdanovich idolatra (con esa certera frase "este sí que sabía contar historias").
Una película en la que más de un espectador se llevará una sorpresa con un magnífico Boris Karloff, quien en el ocaso de su carrera realiza su mejor interpretación en un papel dramático, admitiendo él mismo que siempre fue un actor de recursos muy limitados. Con este papel, se ha ganado mi respeto desde luego, y me queda la duda de lo que podría haber dado de sí de no haberse encasillado en el género del terror.

Con escenas de un humor negrísimo y referencias metacinematográficas a la sociedad de la imágen frívola y estúpida que emergía, la cinta anticipa además un cambio en la forma de entender la violencia en el cine. Obra de un artesano con exquisito gusto, que ama el cine como pocos en el negocio (sus famosas conversaciones con Welles y la reivindicación de la obra del gordito lo atestiguan).

La película favorita de la NRA, seguro.
tantra
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