Tras la cancelacion de la exitosa "La casa de la pradera", Michael Landon volvió nuevamente a la televisión en esta especie de versión televisiva de ¡Qué bello es vivir!, (salvando las distancias claro), donde daba vida a un bondadoso ángel que aterrizaba en la tierra para traer la paz y la bondad entre los mezquinos humanos.
Nuevamente Landon volvería a usar su benigna filosofía y, durante cinco temporadas, volvió a pellizcar en el corazón de innumerables telespectadores consiguiendo una vez más, que éstos volvieran a extraer sus pañuelos y enjugar sus lágrimas.
Todo un mérito, no les parece?