Media votos
5,8
Votos
3.767
Críticas
288
Listas
20
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Sahar:
7
5,5
95
Ciencia ficción
Todos los hombres de la familia McBee sufren una misteriosa enfermedad y necesitan un transplante de órganos. El donante perfecto es Tykho Moon, que probablemente ha sido asesinado, aunque según ciertos rumores sigue vivo. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El dictador de una ciudad parecida a París sufre una extraña dolencia, y su única salvación es encontrar al misterioso Tykho Moon para realizar un transplante.
Atractiva película de Ciencia-Ficción, subgénero Cyberpunk (alta tecnología pero bajo nivel de vida).
Realista pero con un punto surreal; polvorienta pero pulcra (gran fotografía de Eric Gautier, que convierte lo sucio en limpio, lo frío en cálido); comiquera, azulada y lunática en todos los sentidos.
Tiene un guión rico en temas (la enfermedad, la muerte y la inmortalidad; la política y el fascismo; la memoria y la identidad). Pero en esencia explora las encrucijadas éticas de la ciencia, del poder político y del sentimiento amoroso.
No es demasiado hollywoodiense: ofrece pocos efectos, y los decorados son modestos; pero me gustan porque son de los que se pueden palpar y sentir (aún no se había generalizado ese digitalismo exacerbado e irreal). Entre los sugestivos elementos escenográficos destacaría una torre Eiffel cercenada tras una especie de muro de Berlín.
Tampoco es tan autoral (y pedante) como podía resultar uno de sus precedentes: aquella "Mala sangre" de Leos Carax, otro film futurista de temática mórbida. La referencia es directa cuando el protagonista pretende librarse de un control sanguíneo alegando que él tiene "mauvais sang" (mala sangre). Dos de los actores (Michel Piccoli y Julie Delpy) coinciden en ambas películas.
Julie Delpy está magnífica como la sensual Lena, Mata Hari del futuro "con olor al té de la mañana", que se hace pasar por prostituta sin que cuele. Como dice el protagonista, "no tiene ni la piel ni el olor de una puta. Y menos los gestos".
Marie Laforêt, especie de Barbara Steele a la francesa, está sencillamente fascinante como la enigmática esposa del tirano enfermo (un Michel Piccoli algo pasado de vueltas). Fría como el hielo lunar, pero capaz de muchas cosas por amor.
Es una lástima que el actor que interpreta a Tykho Moon sea tan soso y falto de carisma. No desprende la aureola mítica que debería, ni resulta creíble que enamore a dos mujeres como Julie Delpy y Marie Laforêt. Pero su amnésico personaje es interesante. No es el típico atormentado-desesperado por conocer su pasado, sino todo lo contrario: prefiere el olvido porque ve a todos mortificados por el ayer.
Atractiva película de Ciencia-Ficción, subgénero Cyberpunk (alta tecnología pero bajo nivel de vida).
Realista pero con un punto surreal; polvorienta pero pulcra (gran fotografía de Eric Gautier, que convierte lo sucio en limpio, lo frío en cálido); comiquera, azulada y lunática en todos los sentidos.
Tiene un guión rico en temas (la enfermedad, la muerte y la inmortalidad; la política y el fascismo; la memoria y la identidad). Pero en esencia explora las encrucijadas éticas de la ciencia, del poder político y del sentimiento amoroso.
No es demasiado hollywoodiense: ofrece pocos efectos, y los decorados son modestos; pero me gustan porque son de los que se pueden palpar y sentir (aún no se había generalizado ese digitalismo exacerbado e irreal). Entre los sugestivos elementos escenográficos destacaría una torre Eiffel cercenada tras una especie de muro de Berlín.
Tampoco es tan autoral (y pedante) como podía resultar uno de sus precedentes: aquella "Mala sangre" de Leos Carax, otro film futurista de temática mórbida. La referencia es directa cuando el protagonista pretende librarse de un control sanguíneo alegando que él tiene "mauvais sang" (mala sangre). Dos de los actores (Michel Piccoli y Julie Delpy) coinciden en ambas películas.
Julie Delpy está magnífica como la sensual Lena, Mata Hari del futuro "con olor al té de la mañana", que se hace pasar por prostituta sin que cuele. Como dice el protagonista, "no tiene ni la piel ni el olor de una puta. Y menos los gestos".
Marie Laforêt, especie de Barbara Steele a la francesa, está sencillamente fascinante como la enigmática esposa del tirano enfermo (un Michel Piccoli algo pasado de vueltas). Fría como el hielo lunar, pero capaz de muchas cosas por amor.
Es una lástima que el actor que interpreta a Tykho Moon sea tan soso y falto de carisma. No desprende la aureola mítica que debería, ni resulta creíble que enamore a dos mujeres como Julie Delpy y Marie Laforêt. Pero su amnésico personaje es interesante. No es el típico atormentado-desesperado por conocer su pasado, sino todo lo contrario: prefiere el olvido porque ve a todos mortificados por el ayer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En la última escena me vino a la mente "La hora fría". Creo que Elio Quiroga copió y pegó el final de esta peli: que la trama no se ha estado desarrollando en la Tierra, sino en la luna. Aunque "Tykho Moon" no juega a la sorpresa fácil con este tema (no lo necesita; el guión contiene puntos de enganche de sobra). Además ese remate resulta aquí más bonito, poético y emocionante: una hermosura el plano final, con la nívea Julie Delpy observando la Tierra y diciendo "nunca he salido de la luna" tras ese cristal escarchado…