Difícil es asomarse a un mundo diferente. Un mundo de rostros en general menos ajustados a los moldes clásicos, y los cánones de normalidad. Un mundo de rasgos dispares a la noción corriente...un mundo sin apenas brazos, paralíticos parciales, síndromes de down, enanitos, ciegos. Sin embargo, con este material humano, se arma este film, donde todos estos discapacitdos, convocados por el conocido músico León Gieco, se montan en un ómnibus que recorre los sinuosos y bellos paisajes del interior del país, para mostrar sus habilidades en los distintos pueblos. Es que muchos, pese a sus deficiencias, tienen inquietudes artísticas y, justo es reconocerlo, también en mayor o menor medida, dosis de talento que se aúnan para ofrecer, de la mano de León, un espectáculo digno y no una parodia sensiblera. Nada de pantomima, sino gente con voces armoniosas, con capacidades expresivas, buenos conductores del arte. 6,75.