Execrable largometraje dirigido por Emilio Vieyra y protagonizado por Tristán.

Por primera vez voy a alterar la estructura de mis críticas cinematográficas, suprimiendo el párrafo segundo que se basa exclusivamente en comentar con mis palabras la sinopsis de la respectiva cinta. No puedo mencionar algo que no existe. Aquí todo se centra en seguir a Tristán con una cámara y fingir que se está grabando una película.

Concluyo afirmando que un film que tiene como protagonista a Tristán y como segundo actor importante a Ricardo Morán está condenado a ser una basura. Tristán como integrante de reparto en una película de Olmedo y Porcel está bien; cuando la protagoniza él, mejor ni mirarla. Ricardo Morán es uno de los peores actores de la historia argentina.