Aprovecho el breve paréntesis de vacaciones para echarle un vistazo a los comienzos de Jason Reitman (conocido últimamente por películas como "Juno", "Up in the air" y "Young adults").
Dedicidamente, Reitman invoca en sus cortos un humor de estirpe bastante local. Dudo que el espectador internacional pille buena parte del humor que "Consent" encierra.
En los Estados Unidos el tira y afloja legal es el pan nuestro de cada día. De hecho es de las cosas que más llama la atención de cualquier extranjero: haces una fiesta, se cae el niño de un amigo y te pone una denuncia (no es coña), vas al dentista que te jura que tu muela está cubierta por seguro y al mes te ves con cartas donde te las ves con abogados... y se llega al extremo de que en las relaciones íntimas hay quien te hace enseñar papeles de que no tienes el sida (sigue sin ser coña).

Lo que hace Reitman es abundar hiperbólicamente en algo que se vive en la cotidianidad de la cultura americana. La pareja protagonista parodia una realidad que a quien la vive y la padece no puede dejar de descojonarse.

La parodia nacional se suma al hecho de que las relaciones de pareja, sobre todo las sexuales, son un espacio abonado a la manipulación, la negociación y a agencia de formas de poder. De las cosas que más me gustan de Reitman es que termina plasmando cosas que yo he dado por pensar en noches peregrinas. Va el tío, las filma con profesionalidad y con un sentido demoledor que viene a sonrojar las debilidades de los Estados Unidos.

Para mí, un corto brillante.