Haz click aquí para copiar la URL
España España · K-PAX
Voto de PROT:
2
Drama Gustav Mahler (Robert Powell) fue un eminente compositor y director de orquesta. De origen judío, desde muy niño soportó el antisemitismo. Tuvo una salud precaria y una neurosis obsesiva por la muerte. Ya mayor se casó con una mujer joven, culta y muy bella, teniendo un matrimonio apasionado y lleno de conflictos. (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya muchos años, tras salir airoso en un concurso de la radio, me enviaron a casa, como premio, un disco que contenía alguno de los tiempos lentos en las sinfonías de Gustav Mahler. Fuera de eso, fuera del conocimiento de su música, o de parte de su música, poca idea tenía yo de lo concerniente a "ese judío empollón de Mahler", que de ese modo se define al compositor en algún momento del metraje.
Es un engendro de dimensiones colosales la película de Ken Russell. Es como si se hubiera metido en una batidora un esputo grande del peor Pasolini, las secreciones de un Bergman con infección de orina y dos o tres piezas del vodevil más rancio y el producto se hubiese filtrado, después, usando de un calcetín sucio de Robert Wise, el director de Sonrisas y lágrimas.
Es verdad que a la memoria de Gustav Mahler, siquiera por aquellas cadencias espléndidas con tanto del movimiento de las aguas, bien pudiera haberse hecho algo más armonioso de lo que resulta una historia disparatada que no logra rescatar de la sombra ni la luz que luego le puso Robert Powell al Jesús de Zeffirelli, ni el erotismo infinito que se desprende de Georgina Hale, de poco pelo, ni ese instrumento pastoril como de égloga que se trae entre manos Ronald Pickup. Un Ronald Pickup, escrito sea de paso, que luego haría de Giuseppe Verdi, otro de los visitados asiduamente por la muy placentera Euterpe.
PROT
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow