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España España · barcelona
Voto de richardvogue:
9
Drama El ex primer ministro de Francia, Émile Beaufort (Jean Gabin), aprovecha sus tiempos de retiro para reencontrarse con sus viejos amigos y para escribir sus memorias que ahora dicta a una secretaria. Al llegar a los tiempos de su más reciente ejercicio político, Beaufort rememorará los hechos que se dieron cuando su rival político, Philippe Chalamont (Bernard Blier), aspiró a suplantarlo. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2014
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De nuevo vuelvo a reivindicar el nombre denostado de Henri Verneuil, un director de los llamados artesanos de forma despectiva. Sin embargo sostengo sin miedo a posibles represalias intelectuales a definirlo como un autentico “auteur”, un cineasta y guionista con un discurso propio y bien definido, quizás debido a sus orígenes armenios y su consiguiente éxodo familiar. Para mi alguien que ha dirigido al menos tres obras cinematográficas imprescindibles entra de lleno en el cielo de los grandes “maestros”, aunque no sean conocidos ni valorados como los Welles, Renoirs, Mizoguchis, Truffaut y demás maravillosos autores. Y Verneuil, siempre desde mi humilde punto de vista tiene al menos estas tres: “GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL”,”UN MONO EN INVIERNO”, “FIN DE SEMANA EN DUNKERQUE”…y sobretodo la que hoy comento: “EL PRESIDENTE”. Y para no dejar nada en el tintero aclaro que tiene alguna obra semi-maestra como “EL CLAN DE LOS SICILIANOS” o “LA HORA 25”,y naturalmente, como todos los considerados excelsos autores, bastante obra menor, pero no exenta de ciertos valores cinematográficos.
EL PRESIDENTE debería volverse a estrenar hoy en día en todos los cines del mundo para entender lo que en política estamos viviendo hoy en propia carne. El magnífico JEAN GABIN interpreta a un político honrado, rodeado de una jauría de lobos financieros que quieren quedarse con todo lo que puedan del ciudadano de a pie. El argumento es sólido, y el guión no se anda por las ramas, al igual que el personaje protagonista. Quizás la obra realizada en el 1961 se adelantó a su época. Aún que fue un gran éxito de público en Francia y aquí fue vista con cierto cariño, sobre todo por los que perdieron una guerra y vieron en este Presidente al que hubieran querido tener en su día. Sin falsos sentimentalismos, ni historias amorosas que pudieran lastrar su línea argumental, el film explota en el contundente discurso que Gabin realiza en el Parlamento francés ante sus contrincantes. Un final decididamente valiente, aunque previsible, no lastra una realización absolutamente elegante, funcional y solvente, al igual que las interpretaciones de todos los actores, con Gabin al frente y con un extraordinario BERNARD BLIER como segundo de a bordo que no le va a la zaga al viejo actor. BLIER, padre por cierto del director BERTRAND BLIER (“Los rompepelotas”), fue siempre ese secundario de lujo que los franceses valoran casi tanto como a sus protagonistas. Inolvidable en el film de Germi/Monicelli: “AMII MIEI” como el bobalicón al que los grandes amigos dirigen constantemente sus bromas y puyas. Grande BLIER, otro actor a reivindicar.
De visión obligada y película altamente recomendable como todas las citadas de Verneuil, un autor que tuvo la mala suerte de no estar en las barricadas del Mayo francés y hacer un cine comercial para todos los públicos.
richardvogue
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