Desde Corea del Sur nos llega este dorama de notable éxito y que oficialmente es una adaptación del manga homónimo de Tsukasa Hojo. Es decir, que una esperaría que, en efecto, «City Hunter» se adaptara en serio y por lo tanto fuera más o menos fiel, más más que menos. Sin embargo, no es así.

Cierto que hay una auténtica equivalencia entre una obra y otra, por retorcida que a veces sea, pero no es suficiente en mi opinión para considerarla una buena adaptación de «City Hunter». No solo cambia el argumento y fundamento de la historia, sino que también se omiten los elementos más característicos (¿dónde está el «XYZ»?) y hasta se modifica la personalidad de los personajes hasta hacerlos irreconocibles.

Hay varios elementos fallidos, pero sin duda lo peor de todo con diferencia es la historia de Kaori. Ryô y Kaori, Kaori y Ryô en el original, son tan míticos y los amo tanto que verlos convertidos en estos dos pelmazos es altamente frustrante. Aquí ella se llama Kim Na Na y es... ¡guardaespaldas! Vamos a ver, ¿esto a qué se debe? ¿Querían empoderar a la mujer? Supongo que el empoderamiento consiste en convertirte en un trozo de carne que en el trabajo sirves para que te peguen, te disparen o incluso te humillen y en el terreno amoroso eres una arrastrada máxima, sin dignidad ninguna, que vas detrás del hombre al que quieres sin esperar nada de él y aceptando las migajas que te quiera dar por pena. Aberrante. Pero, ojo, que Lee Yoon Sung, City Hunter, no se queda atrás. Eso de ponerle motes ofensivos a la chica es para demostrar ¿qué? No solo eso, sino que es borde, castigador, desagradable y chulo; y sin embargo ella se enamora de él comportándose de esta manera y despreciándola de todas las formas... Es que no lo entiendo.

Quizás algo tuvo que pasar durante el rodaje porque llega un momento dado en que esta relación, que no se puede creer y es lo anti romántico, desaparece y la historia se centra en la venganza de City Hunter. Esta trama es desde el principio lo más entretenido y lo que nos dará los mejores momentos, incluyendo además al que puede que sea el mejor personaje de la serie, el fiscal Kim Young Joo. Ojo a su relación con la veterinaria Jin Soo, un encanto de mujer. Luego está Pyo, al que le cogí un odio horroroso desde el primer capítulo; no, señor, este hombre no es un héroe ni lo será nunca: es un narcotraficante, un asesino, un secuestrador de niños, es cruel y violento. Muérete de una vez.

Con su punto de melodrama, con elementos sentimentales, su toque de acción y un penúltimo capítulo que te rompe el corazón, «City Hunter» te entretiene bastante con independencia de su original. El desenlace es una porquería, eso también hay que decirlo. Muchas cosas en spoiler, que tengo que desahogarme.