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Voto de cineclasico73:
7
Comedia. Romance En 1911, embajadores de toda Europa acuden a Londres para asistir a la coronación de George V y la reina María. Uno de estos enviados pertenece a la embajada del reino de Carpatia y no es otro que el propio regente del país, el Gran Duque Carlos. En su primera noche en la capital británica, el Gran Duque decide visitar el Coconut, un cabaret en el que actúa como corista la señorita Marina. (FILMAFFINITY)
27 de junio de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me creo crítico ni estudioso del cine clásico . Ni del cine en general. Simplemente me considero un admirador al que, por fortuna, el tiempo me permitió descubrir, a parte de mi profesión o de otros gustos, una pasión por el séptimo arte y sobre todo, por el a veces mal comprendido género que ocupa al de las películas añejas. Esto lo digo, porque respeto mucho a los que sí son estudiosos del tema y que me permiten generalmente aprender mucho sobre su punto de vista cuando los leo en cuanto a la realización y pormenores de una película. Confieso que Marilyn Monroe, es una de las razones clave para que se me halla despertado el cinéfilo que algunos llevamos dentro, y que por ella, halla descubierto ese gigante mundo. Por eso, a parte de solo ser uno de sus millones de seguidores que a través de la historia la han venerado, también le agradezco a ella ser la tapa del libro gigante de mis ganas de seguir disfrutando del buen cine. Y por eso, valga la redundancia, jamás podré ser imparcial con ella, además de que no quiero serlo. Y siempre que leo o escucho, de que no era buena actriz y que sólo la ven como el prototipo de mujer superficial y hasta tonta, simplemente no me aguanto las ganas de contradecir este argumento tan generalizado, ya que razón no tienen.Aquí, en ésta cinta, se puede comprobar lo gigante que era esta mujer porque Laurence Olivier, a pesar de todos los contratiempos durante la filmación a causa de la conocida inestabilidad emocional entre otros percances de la diva, halló fuerza de voluntad finalmente para completar su obra y dejar al mundo, no sé si sabiendo el posible efecto debilitador sobre sí mismo, de la contestación a la ternura, la inocencia, el carisma, la sensualidad, la sexualidad y la picardía sin parangón todos reunidos en esa hermosa dama. Y es que Olivier, queda inevitablemente reducido al lado de ella, porque su figura acapara todo este ejercicio casi teatral, con visos de comedia romántica y grandes diálogos depurados, lo que demuestra que la diosa estuvo más que a la altura del veterano coloso. La historia cuenta, que él quedó satisfecho con el resultado final. porque finalmente comprendió que ella era única, a pesar de todo lo que sufrió por dirigirla. La película en sí, es de un guión sencillo, sin pretensiones más allá de disfrutar un duelo interpretativo de la pareja protagonista y caer ante los encantos de la máxima figura, con embarazo incipiente y que a la postre no duraría, de ese monumento a la mujer. Por tanto, vale la pena verla y disfrutarla, en un papel que no me parece que sea de chica tonta y superficial, al contrario, creo que logra darle el toque de sensibilidad e inteligencia para enamorar al regente inalcanzable e impedir casi que una guerra política. Bueno, al final de cuentas, ello no es lo importante. Lo importante ya sabemos qué es y seguirá siendo hasta el fin de nuestros días, los seguidores de la diosa, que donde fuere, la haremos respetar. Amén.
cineclasico73
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