Bruce Campbell la arma y transforma su último trabajo en, no sólo una divertida cinta de serie B, sino también un ejercicio de parodia y autocrítica.

Sin necesidad de atavíos y con gran sentido del humor, el laureado actor de serie B, no sólo usa el pretexto de interpretarse a si mismo para crear una eficaz película del género que maneja a la perfección, sino además pone en tela de juicio su trayectoria, y llega a ofrecer la imagen de actor que se ha vendido por cuatro perras, entonando diálogos y discursos que, no sólo resaltan el panorama en el que se encuentra, sino destacan también por concisos y medianamente punzantes.

El hecho de despejar tan pronto sus intenciones, da un tono refrescante a "My Name is Bruce" que luego ayuda a disfrutar plenamente de la acción en si, y aunque transcurra por derroteros que se acogen al tópico, el gran Bruce sabe como reconvertir cada secuencia ya vista desde su propia perspectiva, dándole así un tono mucho más jocoso y acertado al film.

La galería de personajes resulta de lo más curiosa, y desde los que tienen más protagonismo, hasta los que resultan una aparición espontanea (como el de Ted Raimi mismamente) están tan bien buscados que transforman la propuesta en algo sumamente ameno y ciertamente descarado cuando así lo requiere.

Por destacar, destacaría algunas secuencias como la de Bruce realizando la secuela de "Cave Alien", éste mismo escogiendo en la armería o Jeff dándole una pequeña sorpresa que nos remite directamente a "Army of Darkness" (y que es una pena que no se vuelva a pensar en ello para resolver el film). En definitiva, el genial actor que en su día deslumbró junto a Raimi con "Evil Dead", logra un más que apetecible resultado que, combinado con un final disparatado y cachondísimo, y acompañado por ese ejercicio autocrítico engarzado sin necesidad de monólogos ante la cámara, hacen de esta "My Name is Bruce" una pequeña delicia para cualquier fan del intérprete que guste de un poquito de serie B en dosis bien medidas.