Lo peor que le puede suceder a un director es pretender y no poder.
Aquí van Warmerdam (nombre que ya ha pasado a mi lista negra por méritos propios) pretende realizar una comedia atípica y no puede.
Aquí van Warmerdam pretende realizar una atípica revisión del cuento de Hansel & Gretel con guiños a algunos géneros e incluso a la sere animada "Los trotamúsicos" (con la diferencia de que sólo hallan a dos, y la chica es un poco lela y en lugar de un perro coge una cabra) y tampoco puede.
Está claro, entonces, de quien es la culpa de tal (atípico) desaguisado.

Si alguien pretende observar un grato entretenimiento, no seré yo quien le quite las ganas de echarle un vistazo a este grotesco esperpento, aunque incluso su final se torne insufrible gracias a la maña del director (o lo que sea) por alargar insustancialmente una historia que estaba muerta y remuerta (y más tras ver el patético momento de la mostaza y lo que sigue).

Lo que es incomprensible a todas luces (y sin ellas también) es la presencia del señor Carmelo Gómez aquí, que siempre suele participar, cuanto menos, en propuestas que contengan algún interés, pero con "Grimm" parece ser que acertó lo menos que pudo, por no decir que su caracterización de un personaje ya de por sí mal trazado, es de lo más blanda.
Tan sólo recomendable a aquellos a los que les guste apiñar banderas de países distintos en su lista de votaciones (como a mi), a los demás, mejor se alejen del bodrio y se acerquen a "Amantes criminales", un buen ejemplo de como revisitar un clásico y transformarlo en algo totalmente atípico sin necesidad de resultar ridículo o lamentablemente fallido en todos sus aspectos.