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España España · Zaragoza
Voto de el chulucu:
8
Drama Hasta la fecha, Bill se ha dedicado a redactar textos de anuncios, pero su esposa Nan, que confía mucho en su valía, le anima a que ponga en marcha su propia agencia de publicidad. Las cosas no son tan sencillas, pero conseguirá un cliente para el que hace un anuncio de gran éxito; lo malo es que quien le ha ayudado es una antigua novia, Patricia, que disputará con Nan por el amor de Bill.
19 de diciembre de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película magnífica. Una película de diez. Si no lo alcanza es debido a su precipitado y encorsetado final, seguramente impuesto por la productora para seguir los dictados de la sociedad machista que imperaba. Una pena. Pero Alfred E. Green es sagaz como pocos. En sesenta y ocho minutos, dibuja con pulso firme el retrato de un matrimonio de la época; el hombre trabaja fuera por lo que su mujer está obligada a realizar únicamente las tareas del hogar. Pero es en esta dicotomía de personalidades donde el astuto director toma clara y sutilmente partido por la adorable, tenaz, honesta y maravillosa Nan.
Green pone en escena un duelo entre marido y mujer. A Bill le cede el arma de la palabra; éste la desperdicia y la usa peor que un tarugo. A Nan le da las miradas; el inmenso poder de las mismas. Y la exquisita heroína las usa para emocionar al espectador. Nos hipnotiza, flotamos en las vaporosas nubes del mundo de los sueños, de la inocencia, de lo sublime. Ann Dvorak nos conquista de principio a fin. Creo que ella (como mujer con mayúsculas) y su desgarrador y lúcido mensaje eran lo que buscaba Green mostrar, o denunciar, al espectador. En definitiva, una lucha que se extiende a lo largo de los tiempos entre la delicadeza y el despotismo.

A continuación, un ejemplo de dicho duelo entre la estulticia y la sensibilidad:

Bill: "No me pidas que traiga las arandelas. Debes conseguirlas tú porque es la labor del ama de casa."

Nan, mientras se echa suavemente crema en la cara, le da la genial idea de los diez dólares en lugar de cinco.

Bill: "¿Sabes por qué no he conseguido nada hasta ahora? Porque no bebo lo suficiente."

Nan prepara el discurso para convencer a Duprey. Es ella quien lo emborracha para que adquiera valor.

Bill: "No puedo ir a cenar con mis amigas? Eres una ama de casa a la antigua.

Nan le ha entregado su dinero, su vida y su amor.
el chulucu
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