Media votos
4,3
Votos
2.815
Críticas
2.815
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
8
8,4
110.209
Terror. Intriga. Thriller
Marion Crane, una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven, Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre. (FILMAFFINITY)
1 de noviembre de 2023
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El taxidermista y la pájara.
Es una película magnífica, por cómo está rodada y por cómo aguanta situaciones, las lleva al límite (de la belleza), que otros hubieran resuelto en un periquete, con prisas, de mala manera. Asombra. Sobre todo el tramo central, el del Motel (La muerte y la doncella). Y qué buenos son (o están en esta pintiparada ocasión, la pintaban calva, la estaban peinando) los dos actores, enormes.
La otra América, la de los pequeños empleados y sus grandes fracasos (turbios, mediocres), tórrida, fatalista, el cartero siempre llama dos veces, Samarra, la de las carreteras (perdidas) secundarias y los monstruos que acechan, varados, en tierra de nadie, en las cloacas, de la civilización los estertores, en los lugares que no tienen nombre ni fecha, donde no van ni las ratas, fantasmas, moteles de carretera, de mala muerte, ponzoña, sacudida, sexo culpable, madres terribles, gerifaltes babosos cutres, las peores intenciones, fuego en el cuerpo, sarcasmo, de ambición pozos, petróleo, humor negro, hijos enfermos, veneno, supura, arenas movedizas, de perros jauría, Poe, Lovecraft, Jim Thompson, Lynch, la ciénaga, sin salida, es inútil huir, comenta él con gran verdad, pesadilla, metáfora, sangría, sangra, lodazal, albañal, sumidero, descalzaperros.
Es una película magnífica, por cómo está rodada y por cómo aguanta situaciones, las lleva al límite (de la belleza), que otros hubieran resuelto en un periquete, con prisas, de mala manera. Asombra. Sobre todo el tramo central, el del Motel (La muerte y la doncella). Y qué buenos son (o están en esta pintiparada ocasión, la pintaban calva, la estaban peinando) los dos actores, enormes.
La otra América, la de los pequeños empleados y sus grandes fracasos (turbios, mediocres), tórrida, fatalista, el cartero siempre llama dos veces, Samarra, la de las carreteras (perdidas) secundarias y los monstruos que acechan, varados, en tierra de nadie, en las cloacas, de la civilización los estertores, en los lugares que no tienen nombre ni fecha, donde no van ni las ratas, fantasmas, moteles de carretera, de mala muerte, ponzoña, sacudida, sexo culpable, madres terribles, gerifaltes babosos cutres, las peores intenciones, fuego en el cuerpo, sarcasmo, de ambición pozos, petróleo, humor negro, hijos enfermos, veneno, supura, arenas movedizas, de perros jauría, Poe, Lovecraft, Jim Thompson, Lynch, la ciénaga, sin salida, es inútil huir, comenta él con gran verdad, pesadilla, metáfora, sangría, sangra, lodazal, albañal, sumidero, descalzaperros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La conversación que mantienen los dos es tremenda, canela en rama, bella siniestra. Toda esa preparación antes del asalto mojado, a cuchillo, tocaron a rebato, a degüello, es hermosa, modélica. Y está todo muy medido y sopesado, en los diálogos, en los planos, en los ángulos, en las psicologías, en los comentarios, los horrores, las ficciones, en las distintas voces, en los espacios y los tiempos, maravilla, algarabía, ditirambo, armonía, sinfonía, psicofonía, orquesta de cámara, de cuerdas, viva Bernard Herrmann.
Quizás yerre en la utilización redundante de los monólogos interiores (pese a ser buenos) de ella en el coche, mejor la sugerencia callada, no explicitar lo ya claramente intuido/sabido conocido, hay que fiarse más del pobre espectador y de su amable imaginación, de su sesera, que sí que le da, venga.
Y tal vez la explicación final fina churrigueresca sea un tanto risible, al descojono, demasiado perfecta, psiquiátrica, pueril en su cuadratura del círculo freudiano edípico que tanto le gustaba al maestro, pseudo científica, no tan peripatética, pero bueno, es, la en cuestión obra, tan escandalosamente (casi) perfecta, certera, tan portentosa, potente, proteica, poderosa gozadora divertida que bien vale una misa.
Ah, y el desparrame despatarre del true detective es un poco increíble porque se está cayendo a la vez que va bajando todos los escalones después de perder el equilibrio en el primero hasta llegar al último haciendo el cangrejo infinitamente, ni merlín el mago, de récord mundial de guinness, gazapo, error de cálculo, bromazo.
Leigh, Taylor, La gata sobre el tejado de zinc caliente, crujientes.
Pulp Fiction y el encontronazo con Wallace Marsellus conduciendo, aquí ella ve/se da de bruces con el jefe, malos presagios, negros augures.
Lolita por la huida desesperada por el lado oscuro de la luna, un lugar en (sin) el sol, la (otra) vía láctea, la cazurra, la que da miedo del más bueno, la cachonda, la que te abre las carnes morenas en canal, nada menos, el apetito, quiero más de esto, garçon, mío motelero.
Y John Gavin se parece a Míchel, el exfutbolista, me refiero moralmente.
Quizás yerre en la utilización redundante de los monólogos interiores (pese a ser buenos) de ella en el coche, mejor la sugerencia callada, no explicitar lo ya claramente intuido/sabido conocido, hay que fiarse más del pobre espectador y de su amable imaginación, de su sesera, que sí que le da, venga.
Y tal vez la explicación final fina churrigueresca sea un tanto risible, al descojono, demasiado perfecta, psiquiátrica, pueril en su cuadratura del círculo freudiano edípico que tanto le gustaba al maestro, pseudo científica, no tan peripatética, pero bueno, es, la en cuestión obra, tan escandalosamente (casi) perfecta, certera, tan portentosa, potente, proteica, poderosa gozadora divertida que bien vale una misa.
Ah, y el desparrame despatarre del true detective es un poco increíble porque se está cayendo a la vez que va bajando todos los escalones después de perder el equilibrio en el primero hasta llegar al último haciendo el cangrejo infinitamente, ni merlín el mago, de récord mundial de guinness, gazapo, error de cálculo, bromazo.
Leigh, Taylor, La gata sobre el tejado de zinc caliente, crujientes.
Pulp Fiction y el encontronazo con Wallace Marsellus conduciendo, aquí ella ve/se da de bruces con el jefe, malos presagios, negros augures.
Lolita por la huida desesperada por el lado oscuro de la luna, un lugar en (sin) el sol, la (otra) vía láctea, la cazurra, la que da miedo del más bueno, la cachonda, la que te abre las carnes morenas en canal, nada menos, el apetito, quiero más de esto, garçon, mío motelero.
Y John Gavin se parece a Míchel, el exfutbolista, me refiero moralmente.