El súbgenero de cintas cuya trama giraba entorno al mundo de los ninjas, guerreros del japón feudal, especializados en labores de espionaje asesinato y sabotajes, muy temidos y misteriosos, se hizo enormemente popular en la década de los ochenta, donde proliferaron decenas y decenas de títulos inspirados en las hazañas de estos legendarios guerreros.

Y si hubo una productora que no dudó en aprovechar el tirón hasta la extenuación fue sin duda la hoy por hoy mítica productora Cannon.

En esta ocasión, fue uno de sus dos mandamases, Menahem Golan quien se encargó de realizar esta mas bien floja aunque entretenida pelíjgcula de acción cuya historia gira entorno a Cole, un ninja blanco, de origen norteamericano, veterano de la guerra de Vietnam, quien tras finalizar su entrenamiento ninja en Manila, Filipinas, decide ir a visitar a un viejo y camarada de guerra, quien vive retirado junto a su bella esposa administrando una serie de terrenos de cultivo.

Empero, Cole descubrirá que su ex socio está siendo amederentado y presionado por Venarius, un ejecutivo deseosos de expulsarlos y apoderarse de su tierras.

La cinta, con un presupuesto mínimo, logra hacerse entretenida grascias principalmente a sus llamativos actores, el galán italiano Franco Nero, demostrando unas buenas dotes físicas, la sexy británica Susan George, y el japonés Sho Kosugi, un verdadero practicante de ninjitsu, muy popular en los ochenta.

Sin grandes alardees técnicos la película entreteniene en su justa medida, pese a resultar mas bien cómica en algunos momentos supuestamente dramáticos, el film, con sus exóticos paisajes, actores decentes y una duración y ritmo adecuados resulta un entretenimiento pasable aunque flojo comparado con oras producciones similares.

Es un producto serie B cien por cien Cannon, lo que obviamente hará las delicias de muchos nostálgicos y fans de esta legendaria productora.