Pues si, a llorar a gusto, y que bien me he quedado. Y lo curioso es que no es un romance, no hay novia/o que muere al final, pero da igual, las lágrimas fluyen a cascadas.
No quiero destripar la historia, y eso que es previsible, y ni por esas, es tan encantadora la chica y sientes tanta pena por el chico (repito, no hay romance) que no puedes evitar emocionarte, y muy pronto, al minuto 30 ya estás al borde del lagrimón.
Son unas de las 2 horas mejor invertidas en mucho tiempo, habrá alguién que me llame llorica, pero para nada, lo que pasa es que ultimamente solo me pasa con peliculas asiáticas, será por la extremada sensibilidad que desprenden sus guiones, no lo se, pero me toca la fibra. Y porque los actores se vuelven creibles cuenten lo que cuenten.
En fin, que una gozada, al que le guste el lagrimeo intenso ya esta tardando.