Una particular versión de cine dentro del cine. Unos actores venidos a menos se reencuentran después de haber estado años sin trabajar. Encuentran por casualidad un cadáver y de un mafioso que uno de los actores ha visto en la casa de los hombres a los que les está instalando un sistema de videovigilancia.
Deciden dar un plan audaz, en el que tienen únicamente que interpretar.
El director es un desconocido absoluto para mi: Sönke Wortmann. Los actores son magníficos: Tom Berenger, Rod Steiger, Burt Reynolds. Da gusto ver a Rod Steiger, actor de raza, auténticamente grande. Berenger no fue nunca un gran actor, aunque sí es resultan. Reynolds es otra cosa, siempre fue un actor muy reconocido en taquilla, aunque no consiguió nunca el reconocimiento de la crítica.