Es un thriller de terror más que una de terror puro y duro. A mí me gustó, con decir que tenía un sueño que me caía e hice todo lo que pude para verla entera lo digo todo. Después de que un hombre que se declara inocente sea ejecutado por inyección letal, empiezan a ocurrirle cosas extrañas a todos los que estuvieron, de una manera u otra, relacionados con su muerte.

Estaba buscando una de este estilo que dirán lo que quiera pero para que se te borre el cerebro mientras la ves sirven pero que muy bien. El acento de los actores es sureño, en versión original quiero decir, de hecho está grabada en Shreveport, Louisiana —sí, donde está el Fangtasia de «True blood»— aunque sinceramente por el acento y el sombrero tejano yo pensaba que estaban en Texas.

Mike Doyle, madre mía, no diré más y Sean Patrick pues no aparece mucho, el chiquillo no lo hace mal y Devin Bonnée —Frank— pues aparece poco pero tampoco está mal. Total, un cinco de que no es gran cosa pero que no es aburrida en absoluto.