Esta película no la entendí demasiado. A veces hasta me recordó a Lynch por eso de que está pasando algo, se corta la escena bruscamente e inmediatamente pasamos a otra que no tiene nada que ver, eso lo hace mucho Lynch. Pues bien, la cosa va de que una chica que tiene problemas con los coches decide enfrentarlos acompañada de su psicóloga —creo— y hacer un viaje en coche al punto donde empezó a temerlos. Por el camino casi atropellan a una persona extraña así que deciden llevarla en coche hasta un lugar indeterminado que es donde vive o trabaja esa persona.

Hasta aquí todo bien. Pero a partir de aquí es una cosa absurda tras otra. La niña no puede ser más llorona. En lugar de intentar escapar no, se pone a comer, a llorar, a mear, a colocarse en posición fetal... en fin. Y encima como no era suficiente con una parte el director lo deja abierto a una segunda, esto sin espoilear. Pérdida de tiempo. De las que pasas para adelante para que terminen antes y ponerte con otras cosas.