De una superpotencia como es EE.UU., se espera que la vida allí sea, como poco, buena. Que se pueda vivir de una forma más o menos sobrada, que no haga falta "sobrevivir a duras penas".
Lo que he descubierto -bueno, ya tenía alguna idea- con este documental, es que EE.UU. es una manzana aparentemente saludable, verde y fresca, pero que por dentro está prácticamente podrida. Creo que uno de los países más ricos del mundo, sino el que más, no se puede permitir tal cantidad de millones de personas -entre ellos muchos niños- hambrientos. Quizás no se mueren literalmente de hambre, pero si lo pasan mal: comen por debajo de lo recomendable, en cuanto a cantidad, y, lo que es peor, mal. ¿Por qué?, porque, simplemente, la comida basura, precocinada y con muchos azúcares, es mucho más barata que la comida saludable. No me extraña que tengan un grave problema de obesidad, en el país. A esto se le une la incompetencia del gobierno de turno para solucionar el tema -prefieren gastar el dinero del estado en otras cosa "tan importantes", como por ejemplo, el departamento de defensa...-.