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España España · Málaga
Voto de Paco81:
6
Thriller. Drama Años después de sufrir un traumático ataque de un desconocido que la dejó dos años en shock, Susan (Barbara Parkins), vuelve a la casa de sus padres donde todo sucedió. Allí encuentra que su cariñosa madre (Barbara Stanwyck), se ha casado por segunda vez y vive una tormentosa relación con su nuevo marido. Ella trata de revivir los sucesos de cuando era niña con el fin de recordar quién la atacó aquel día. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El británico John Llewellyn Moxey fue uno de esos directores artesanos a los que, si se les daba un buen material, sabían llevarlo a cabo con eficacia. Con el grueso de su carrera dedicada a trabajos para televisión, incluyendo episodios de series televisivas, si algunos le recordamos no es por esta parte impersonal de su carrera similar a la de tantos artesanos que cumplen con oficio, sino por sus filmes de terror, que es en lo que realmente destacaba. Un potencial que, a mi juicio, siempre se quedaba a medias, incluyendo su película más recordada y primer filme de terror, The city of the dead (1960), aunque no por ello dejando de ser un filme interesante. Con esta A Taste of Evil (1971), titulada en España como La presencia del diablo, tenemos otro caso de filme moderadamente interesante ya que, como dije antes, si Llewellyn Moxey tenía buen material sabía explotarlo, contando en este caso con una historia de Jimmy Sangster, guionista mítico de la Hammer y del que, por semejanza con este filme, hay que señalar sus guiones para las películas de terror psicológico para la casa del terror.

Llewellyn Moxey hizo su último trabajo para pantalla grande con Circus of Fear (1966), otra de sus películas más recordadas junto a The city of the dead (1960), ciñéndose desde entonces a los trabajos televisivos, lo que incluye esta A Taste of Evil (1971). Por fortuna, eso sí, en los 70 coincidió con la etapa dorada de los telefilmes, antes de que el VHS cambiase el mercado y tomasen su relevo los directo a video. Así pues, lógicamente esta película tiene importantes limitaciones por ser un telefilme, pero está hecha de manera inteligente en que uno no acuse la falta de medios, ya que la historia transcurre con pocos personajes mayormente en un único lugar, que es, eso sí, una lujosa mansión. Por ser un trabajo televisivo tampoco podemos esperar algo muy oscuro, por eso está película tiene, hasta cierto punto, un aire de "terror amable" que hace que uno pueda verla mientras merienda pastitas con la abuela, por referenciar una estampa muy británica, y es que aunque ésta fue una de las primeras películas estadounidenses de Llewellyn Moxey, no deja de ser muy "british", con una familia burguesa americana pero con porte casi de aristocracia británica.

Hablando de la tercera edad, hay que señalar la presencia de una sexagenaria Barbara Stanwyck, a la que podemos considerar el lujo de la película, y es que ya sabemos que las grandes estrellas con los años terminan haciendo filmes más modestos, algo que aprovecha esta película, que es plenamente consciente del lujo de contar con una vieja gloria de este calibre, por lo que su personaje está bien elaborado y su presencia es la base de la película, junto a la relación con su hija en el filme, que es mediante lo que se desarrolla la historia. El hecho de que esté bien contada hace que funcione pese a que quien haya visto cierta película francesa se huela ya de qué va la cosa, y es que éste es su problema, esa sensación de no aportar mucho a ese modelo, pero a pesar de ello consigue mantener el interés en todo momento. Así pues, tiene el aire de modestia habitual de los telefilmes, pero tampoco puede negarse que cumple con sus pretensiones y uno piensa en el potencial que podía haber tenido Llewellyn Moxey si su cine hubiera tenido (o podido tener) más aspiraciones, y es que esta película no deja de ser una pieza de terror psicológico recomendable para los amantes del estilo.
Paco81
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