Media votos
6,1
Votos
524
Críticas
16
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Paco81:
7
5,1
45
Comedia. Drama
Milán, revuelta anti-austriaca de 1848. Cainazzo (Celentano), un delincuente de poca monta, y Rómulo (Cerusico) un panadero, se ven envueltos en los disturbios del momento. Asisten a reuniones en las que entran en contacto con los personajes más heterogéneos: agentes dobles, gentes sedientas de sangre, aventureros sin escrúpulos. Y como no desean ser marginados, participan de forma oportunista en la rebelión. Pero en medio de tanta ... [+]
22 de noviembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El joven Dario Argento de los años 60 estuvo envuelto en los movimientos sociales de la época e, incluso, vivió el mayo francés. Sin embargo, su cine no sería conocido por ninguna abierta postura política, aún cuando, para quien sepa verlo, pueda interpretarse cierta visión sobre la sociedad. Esta película es, no obstante, la excepción, y es que de por sí es la gran excepción en su filmografía con una obra que no se encuadra en el thriller o el terror. Realmente, en los inicios de su carrera Argento pensaba en hacer films de diversos géneros, aunque finalmente se especializara en el cine de terror felizmente para los que somos aficionados a éste, gozando de una filmografía repleta de gemas del género. Pero, realmente, esta La quinta jornada (1973) no es una película impersonal como podrían pensar algunos, sino la visión del autor de un filme de comedia histórica.
Podemos ver el estilo del director en este filme, tanto en su manera de rodar como incluso en sus temas. Así pues, nos encontramos con la característica realización del director en la que los espacios son importantes. El propio Argento es uno de los escenógrafos en sus películas. Aquí un protagonista son las calles, esas calles dominadas por los insurrectos. Algo que solemos ver en las películas de Dario Argento es a gente caminando, lo cuál dota de vericidad a los escenarios y nos sumerge en ellos, y aquí hay mucho de esto. En una ocasión, tenemos un pequeño plano secuencia de una caminata. La elegancia con la que Argento realiza sus panorámicas se encuentra aquí. La realización en interiores, en las casas, también goza de una buena puesta en escena que nos proporciona una buena inmersión. Además del estilo de dirección, como dije también encontramos temas habituales del director, como son la crueldad de la violencia y el lado oscuro del ser humano, de hecho contados con especial fuerza al ser su película más política. Esto debiera hacer ver a algunos que Argento no es un mero sádico, aunque cuál Goya busque el deleite visual en sus escenas de violencia. Creo que Dario Argento tiene bastante de "niño perverso", algo palpable en sus películas de terror pero incluso en una película como ésta también, presentando las situaciones más retorcidas con un trasfondo de violencia y sexo.
Su estilo de comedia bufa puede resultar algo pesado y, además, su mezcla de tonos le da un aire enrarecido al filme que no gustará a todos, y es que la trama según avanza va volviéndose más oscura (no es tan diferente al resto de películas del realizador, ¿verdad?). Aquí es conveniente hablar de lo referente a la cuestión política. Como dije, Dario Argento en su época como tantos jóvenes tuvo una visión comprometida con la política pero, aquí especulo, aún manteniendo unas ideas críticas a la autoridad como se muestran en este filme, creo que después debió verlo más desde la distancia, en primer lugar porque la política no sería un asunto relevante en su cine y, en segundo lugar, porque su única película abiertamente política huye del maniqueismo, algo que sólo se puede hacer desde cierta distancia. Es muy fácil invocar la Libertad y la Patria pero, cuántos crímenes se cometen en torno a éstos, y sobre ello orbita este filme. Si uno busca información sobre los hechos históricos en los que se desarrolla esta película, las Cinco jornadas de Milán, en la que los milaneses se sublevaron contra la ocupación austriaca, encontrará relatos heroicos, demandas de libertad, lucha por la soberanía nacional... sin embargo, Dario Argento opta por contar la parte oscura de todo esto. Todos sabemos que las revoluciones y las revueltas, al permitir la impunidad, provocan lo que provocan. Y, al final, siempre es la imposición de unos intereses particulares sobre otros, y he aquí la inteligencia de Argento para no caer en el burdo maniqueismo. No por casualidad el protagonista del filme es un ladrón, no es un personaje "limpio" pero sí resulta útil para aportar un punto de vista "neutral" de la historia, al ser alguien que no encaja en ninguno de los dos bandos. No deja títere con cabeza, ni los dirigentes ni los aristócratas ni la Iglesia ni el manipulable pueblo sublevado son mejores que un vulgar ladrón.
La historia es una pequeña aventura que, para algunos, puede no llevar a ninguna parte, por ser un ir de allá para acá y terminar siendo una especie de sucesión de "sketches". Llamativo es que para una película ambientada en 1848 en algunas escenas cómicas se utilice, ¡música electrónica!, lo que le da un aire más surrealista si cabe al filme. El compositor, Giorgio Gaslini, se encargaría después en Rojo oscuro (1975) de los temas de Jazz, pero por diferencias con Argento no de la labor principal en la banda sonora, destinada al grupo Goblin. La quinta jornada (1973) fue la película que Argento realizó entre la gran trilogía del giallo, rodada entre 1969 y 1971, y la que sería la pieza maestra del giallo, Rojo oscuro (1975), una obra de tal calibre que cualquier otro giallo parece poca cosa a su lado y que puede decirse que cerró por todo lo alto la etapa de mayor apogeo del género. Posiblemente ésta fuera la película que definitivamente hizo que Argento no necesitase salirse del cine de terror, para felicidad de los que somos amantes del género, quedando La quinta jornada (1973) como una "rara avis" en su filmografía pero siendo un ejemplo de lo que hubiera hecho el director incursionando en otros géneros. Bien que así sea para que hayamos podido disfrutar de una de las mejores filmografías dedicadas al thriller y al terror, sin desdeñar esta notable película.
Podemos ver el estilo del director en este filme, tanto en su manera de rodar como incluso en sus temas. Así pues, nos encontramos con la característica realización del director en la que los espacios son importantes. El propio Argento es uno de los escenógrafos en sus películas. Aquí un protagonista son las calles, esas calles dominadas por los insurrectos. Algo que solemos ver en las películas de Dario Argento es a gente caminando, lo cuál dota de vericidad a los escenarios y nos sumerge en ellos, y aquí hay mucho de esto. En una ocasión, tenemos un pequeño plano secuencia de una caminata. La elegancia con la que Argento realiza sus panorámicas se encuentra aquí. La realización en interiores, en las casas, también goza de una buena puesta en escena que nos proporciona una buena inmersión. Además del estilo de dirección, como dije también encontramos temas habituales del director, como son la crueldad de la violencia y el lado oscuro del ser humano, de hecho contados con especial fuerza al ser su película más política. Esto debiera hacer ver a algunos que Argento no es un mero sádico, aunque cuál Goya busque el deleite visual en sus escenas de violencia. Creo que Dario Argento tiene bastante de "niño perverso", algo palpable en sus películas de terror pero incluso en una película como ésta también, presentando las situaciones más retorcidas con un trasfondo de violencia y sexo.
Su estilo de comedia bufa puede resultar algo pesado y, además, su mezcla de tonos le da un aire enrarecido al filme que no gustará a todos, y es que la trama según avanza va volviéndose más oscura (no es tan diferente al resto de películas del realizador, ¿verdad?). Aquí es conveniente hablar de lo referente a la cuestión política. Como dije, Dario Argento en su época como tantos jóvenes tuvo una visión comprometida con la política pero, aquí especulo, aún manteniendo unas ideas críticas a la autoridad como se muestran en este filme, creo que después debió verlo más desde la distancia, en primer lugar porque la política no sería un asunto relevante en su cine y, en segundo lugar, porque su única película abiertamente política huye del maniqueismo, algo que sólo se puede hacer desde cierta distancia. Es muy fácil invocar la Libertad y la Patria pero, cuántos crímenes se cometen en torno a éstos, y sobre ello orbita este filme. Si uno busca información sobre los hechos históricos en los que se desarrolla esta película, las Cinco jornadas de Milán, en la que los milaneses se sublevaron contra la ocupación austriaca, encontrará relatos heroicos, demandas de libertad, lucha por la soberanía nacional... sin embargo, Dario Argento opta por contar la parte oscura de todo esto. Todos sabemos que las revoluciones y las revueltas, al permitir la impunidad, provocan lo que provocan. Y, al final, siempre es la imposición de unos intereses particulares sobre otros, y he aquí la inteligencia de Argento para no caer en el burdo maniqueismo. No por casualidad el protagonista del filme es un ladrón, no es un personaje "limpio" pero sí resulta útil para aportar un punto de vista "neutral" de la historia, al ser alguien que no encaja en ninguno de los dos bandos. No deja títere con cabeza, ni los dirigentes ni los aristócratas ni la Iglesia ni el manipulable pueblo sublevado son mejores que un vulgar ladrón.
La historia es una pequeña aventura que, para algunos, puede no llevar a ninguna parte, por ser un ir de allá para acá y terminar siendo una especie de sucesión de "sketches". Llamativo es que para una película ambientada en 1848 en algunas escenas cómicas se utilice, ¡música electrónica!, lo que le da un aire más surrealista si cabe al filme. El compositor, Giorgio Gaslini, se encargaría después en Rojo oscuro (1975) de los temas de Jazz, pero por diferencias con Argento no de la labor principal en la banda sonora, destinada al grupo Goblin. La quinta jornada (1973) fue la película que Argento realizó entre la gran trilogía del giallo, rodada entre 1969 y 1971, y la que sería la pieza maestra del giallo, Rojo oscuro (1975), una obra de tal calibre que cualquier otro giallo parece poca cosa a su lado y que puede decirse que cerró por todo lo alto la etapa de mayor apogeo del género. Posiblemente ésta fuera la película que definitivamente hizo que Argento no necesitase salirse del cine de terror, para felicidad de los que somos amantes del género, quedando La quinta jornada (1973) como una "rara avis" en su filmografía pero siendo un ejemplo de lo que hubiera hecho el director incursionando en otros géneros. Bien que así sea para que hayamos podido disfrutar de una de las mejores filmografías dedicadas al thriller y al terror, sin desdeñar esta notable película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Comentaré algunas escenas llamativas o interesantes:
- El protagonista sale a la calle con una bandera italiana a modo de protección y, en su caminata, le siguen ciudadanos como si fuera un flautista de Hamelín en "marcha hacia la revolución". Al final, el protagonista mea, deja la bandera y se va. Evidente sátira de lo fácil que es provocar seguidismo desde el patriotismo.
- La escena de la embarazada, el mayor momento de comedia física del metraje, con carreras y tropezones. Sin duda, la escena consigue transmitir la situación estresante de asistir un parto.
- La barricada formada con los muebles y propiedades de la condesa, algo realmente simbólico. Hay un momento en que uno de los sublevados es alcanzado por un disparo y sangra sobre la barricada, manchando los objetos de la condesa, a lo que ella aparece para advertir de que mira que manchar con sangre sus posesiones... después tenemos otro de los desconcertantes momentos del filme que nos muestra la libertad de ese "niño perverso" que es Dario Argento en donde cualquier locura vale, y es que la aristócrata se excita con los "vulgares hombres" del pueblo llano. Tras derrotar a la unidad austriaca, la condesa, excitada, se ofrece a todo el regimiento de revolucionarios, que se la follan uno a uno. Que cada uno interprete esto a su manera...
- Los protagonistas entran a lo que parece un palacio deshabitado. En esta escena, Argento homenajea el terror gótico, y en cierto modo poco sentido más tiene esta escena más que la introducción de un elemento de terror que ni siquiera falta en esta película. Finalmente se encuentran con un grasiento aristócrata a modo de figura vampiresca, con un evidente simbolismo.
- Las tropas sublevadas toman un edificio institucional matando a sangre fría a los soldados austriacos. En respuesta, el ejército austriaco lleva a cabo una matanza de civiles, la cuál es un buen ejemplo de la representación de una violencia cruel y despiada y, a la vez, de un retrato bello, o artístico, de la atrocidad, como si de una pintura de Goya o el El Bosco se tratase.
- Cuando el protagonita hace de servicio de la aristocracia y se esconde bajo la mesa, lo que le servirá para escuchar sus planes. Todo está expresado de manera satírica mediante planos a los pies de los personajes.
- La terrible escena de la violación. Se inicia con esa manera tan explosiva y brutal de rodar la violencia de Argento, ensartando al amante austriaco y después con un disparo a bocajarro a la cabeza, para después llevar a cabo la violación de la "mujer traidora", la cuál no llega a consumarse por la intervención del co-protagonista, el cuál mata accidentalmente al aristócrata violador. Por esto le terminan fusilando, por lo que aunque el protagonista termina sobreviviendo y Milán es liberada, ha perdido a su amigo, lo cuál es un final amargo como caracteriza a los finales del director, normalmente no satisfactorios del todo. "Nos han jodido", como termina gritando el protagonista ante un pueblo que ha cambiado de dueños.
- El protagonista sale a la calle con una bandera italiana a modo de protección y, en su caminata, le siguen ciudadanos como si fuera un flautista de Hamelín en "marcha hacia la revolución". Al final, el protagonista mea, deja la bandera y se va. Evidente sátira de lo fácil que es provocar seguidismo desde el patriotismo.
- La escena de la embarazada, el mayor momento de comedia física del metraje, con carreras y tropezones. Sin duda, la escena consigue transmitir la situación estresante de asistir un parto.
- La barricada formada con los muebles y propiedades de la condesa, algo realmente simbólico. Hay un momento en que uno de los sublevados es alcanzado por un disparo y sangra sobre la barricada, manchando los objetos de la condesa, a lo que ella aparece para advertir de que mira que manchar con sangre sus posesiones... después tenemos otro de los desconcertantes momentos del filme que nos muestra la libertad de ese "niño perverso" que es Dario Argento en donde cualquier locura vale, y es que la aristócrata se excita con los "vulgares hombres" del pueblo llano. Tras derrotar a la unidad austriaca, la condesa, excitada, se ofrece a todo el regimiento de revolucionarios, que se la follan uno a uno. Que cada uno interprete esto a su manera...
- Los protagonistas entran a lo que parece un palacio deshabitado. En esta escena, Argento homenajea el terror gótico, y en cierto modo poco sentido más tiene esta escena más que la introducción de un elemento de terror que ni siquiera falta en esta película. Finalmente se encuentran con un grasiento aristócrata a modo de figura vampiresca, con un evidente simbolismo.
- Las tropas sublevadas toman un edificio institucional matando a sangre fría a los soldados austriacos. En respuesta, el ejército austriaco lleva a cabo una matanza de civiles, la cuál es un buen ejemplo de la representación de una violencia cruel y despiada y, a la vez, de un retrato bello, o artístico, de la atrocidad, como si de una pintura de Goya o el El Bosco se tratase.
- Cuando el protagonita hace de servicio de la aristocracia y se esconde bajo la mesa, lo que le servirá para escuchar sus planes. Todo está expresado de manera satírica mediante planos a los pies de los personajes.
- La terrible escena de la violación. Se inicia con esa manera tan explosiva y brutal de rodar la violencia de Argento, ensartando al amante austriaco y después con un disparo a bocajarro a la cabeza, para después llevar a cabo la violación de la "mujer traidora", la cuál no llega a consumarse por la intervención del co-protagonista, el cuál mata accidentalmente al aristócrata violador. Por esto le terminan fusilando, por lo que aunque el protagonista termina sobreviviendo y Milán es liberada, ha perdido a su amigo, lo cuál es un final amargo como caracteriza a los finales del director, normalmente no satisfactorios del todo. "Nos han jodido", como termina gritando el protagonista ante un pueblo que ha cambiado de dueños.