Greg McLean vuelve a la carga con su cazador, dotándole de la importancia que en su predecesora pareciera carecer; con más escenas de gore, acción e ironía; sabe cual fue el éxito del argumento de su predecesora y ahora le brinda argumentos en su proceder y sin titubeos va directo al festín de mutilaciones, sadismo y terror psicológico. Un slasher que va rolando a las víctimas, haciendo que vayan perdiendo el control para auspiciar su beneplácito en la desesperación y el acoso.
Más lograda que la primera...
spoiler:
Me parecen buenos los puntos:
• Un vigía con xenofobia que se asume como tal
• El por qué la gente no se detiene cuando se pide un ride
• La xenofobia como detonante
• La persecución en carretera