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Voto de Juan Marey:
8
Drama. Romance Una muchacha ciega y huérfana es adoptada por un pastor. Con el paso del tiempo, el cariño paternal que le ofrece el pastor se convertirá, a los ojos de la joven, en amor, aunque el hombre ya está casado. (FILMAFFINITY)
10 de julio de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delannoy fue un prolífico montador, guionista, dialoguista, adaptador y, ante todo, director de una treintena de películas, una de ellas su estupenda y celebrada “Sinfonía pastoral”, film inspirado en la novela de título homónimo de André Gide, Premio Nobel de Literatura en el año 1947. En la película se nos relata la historia de un pastor que vive en Neuchâtel, a finales del S. XIX, el pastor, casado, acoge en su casa a una joven ciega (Gertrude), que se queda sin vínculos de ningún tipo, tras la muerte de su tía. Durante muchos años, el pastor hará lo posible para ayudarla a descubrir las riquezas de un mundo visible, vedado a sus sentidos, para ello, empleará de un alfabeto nuevo, que irá adecuando a Gertrude, valiéndose de imágenes sonoras y de metáforas musicales para que se imagine lo que no puede ver, le hará escuchar, al mismo tiempo, la Sinfonía Pastoral de Beethoven, para despertar y enriquecer sus emociones más profundas. Pero en esta labor caritativa, de entrega y asistencia “religiosa” surgirá en pequeño problemilla…

La película de Delannoy atrapa los complejos sentimientos descritos en su novela por Gide. Contrastan la doblez de los diversos personajes (el autoengaño del pastor Jean, que disfraza como noble su comportamiento, no sólo ante los demás, sino también ante sí mismo, las sospechas no manifiestas de Amélie su mujer, los celos de Miette, la novia de su hijo Jacques, la injusticia de Jacques con Miette...) con la inocencia y pureza de Gertrude, que empieza a ser contaminada por los que les rodean, a los que consideraba intachables, sobre todo al pastor. Tiene mucha fuerza la dirección de Delannoy con momentos de genuino suspense en los que se masca la tensión, y situaciones bellísimas, como el instante en que ella sale del hospital con los copos de nieve flotando a su alrededor. El reparto es magnífico, aunque destaca el trabajo de Michèle Morgan, con un papel difícil, que podía dar pie a una composición blandengue o empalagosa.

La película fue premiada con la Palma de Oro en Cannes, festival en el que también fueron galardonados Michele Morgan por el papel de Gertrude y Georges Auric por la banda sonora. Si tenéis ocasión de verla, dadle una oportunidad a esta interesante película, vale la pena.
Juan Marey
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