El estreno de esta película, en la gris y completamente nula en educación sexual, España de los 70, supuso una autentica revolución. La historia de este adolescente encelado por la criada, (una sensual y exuberante Laura Antonelli, mito erótico de todo adolescente que se preciara de la época, que por cierto a causa de una disipada y disoluta vida acabo internada en una clínica psiquiátrica), que tras múltiples calentones y a base de un insistente acoso consigue llevársela finalmente al huerto, caló hondo entre los numerosos españolitos cuyo despertar sexual, tuvo muchos puntos en común con la trama de esta película, dando ideas a los que todavía estaban en ello. El modo en que afecto a muchos adolescentes de la época la visión de esta película, (a pesar de los salvajes cortes perpetrados por una moribunda censura), daría para rodar una buena comedia costumbrista. Entrañable, juventud divino tesoro.