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Voto de tiznao:
7
5,2
31
Comedia
Mercier Henri Robert y François Perrin han escrito el guión de una película, "El espejo del alma", pero a la productora sólo le interesa adaptándola en tono erótico, a lo que Mercier se opone. Pero Perrin quiere alcanzar su sueño y firma con la productora sabiendo que ésta la va a modificar, titulándola "La vaginal", ocultándole así la verdad a su amigo. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
François y Henri Mercier (Pierre Richard y Henri Guybet), tienen escrito un guión para una película que cuenta una historia romántica ambientada en un secuestro terrorista; François es el encargado de tratar de colársela a algún productor mientras va informando a su socio de cómo van las gestiones.
Desanimado ante la imposibilidad de colocar el guión acaba cediéndolo a regañadientes a un productor de cine porno, omitiendo tal circunstancia a su socio que se las promete muy felices, cuenta al matrimonio con una hija joven patológicamente tímida que tiene de jefes la buena nueva, y estos le piden el favor de que le den un papelito a la tímida ya que el psicólogo que la atiende les ha dicho que la actuación podría curar esa timidez.
Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos, que si bien en un principio apuntan como una comedia apoyada en la vis cómica de Pierre Richard (fenomenal para los admiradores del magnífico histrión, y pelín descorazonador para el que se enfrenta a su visionado atraído por las excelentes críticas de la película), durante una serie de escenas que se van intercalando, en las que vemos por una parte a François almorzando con productor y asistente, anonadado por el enfoque pornográfico dado a su libreto (valga como ejemplo el cambio de titulo, de "El espejo del alma", a "La Vaginale"), y por otra, a su ilusionado socio aceptando la petición de sus jefes de dar un papel a la niña en lo que el supone un thriller romántico, saltando la acción de una reunión a otra, y resaltando los malentendidos que se avecinan mediante el recurso de enlazar conversaciones, retomo, tras estos primeros 20 minutos la cosa comienza a pintar muy bien, justificar los elogios que atesora el film, y predisponerte con una sonrisa en la cara, al disfrute de la función.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Desanimado ante la imposibilidad de colocar el guión acaba cediéndolo a regañadientes a un productor de cine porno, omitiendo tal circunstancia a su socio que se las promete muy felices, cuenta al matrimonio con una hija joven patológicamente tímida que tiene de jefes la buena nueva, y estos le piden el favor de que le den un papelito a la tímida ya que el psicólogo que la atiende les ha dicho que la actuación podría curar esa timidez.
Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos, que si bien en un principio apuntan como una comedia apoyada en la vis cómica de Pierre Richard (fenomenal para los admiradores del magnífico histrión, y pelín descorazonador para el que se enfrenta a su visionado atraído por las excelentes críticas de la película), durante una serie de escenas que se van intercalando, en las que vemos por una parte a François almorzando con productor y asistente, anonadado por el enfoque pornográfico dado a su libreto (valga como ejemplo el cambio de titulo, de "El espejo del alma", a "La Vaginale"), y por otra, a su ilusionado socio aceptando la petición de sus jefes de dar un papel a la niña en lo que el supone un thriller romántico, saltando la acción de una reunión a otra, y resaltando los malentendidos que se avecinan mediante el recurso de enlazar conversaciones, retomo, tras estos primeros 20 minutos la cosa comienza a pintar muy bien, justificar los elogios que atesora el film, y predisponerte con una sonrisa en la cara, al disfrute de la función.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Escrita por un Francis Weber que en la década de los 70 encadenaba divertidas joyitas de este calibre como si no costara (las 2 del gran rubio, "L'emmerdeur 1973" – luego objeto del magnífico remake de Billy Wilder, "Aquí un amigo 1981" – "La jaula de las locas 1 y 2"), dirigida por el ecléctico artesano George Lautner, y protagonizada por un Pierre Richard también en la cresta de la ola, la siempre guapísima y arrebatadora francesita Miou – Miou, Jean-Pierre Marielle en el papel del ladino productor, Gérard Jugnot como ese asistente experto en convertir el serio libreto en porno, Sabine Azéma (la luego pareja sentimental de Alain Resnais) en su bautismo cinematográfico como la tímida hija desencadenante de los mejores y más divertidos equívocos de la cinta, Arlette Emmery como la secretaria trastornada por su diario contacto con el mundo del porno (otra que tal baila en cuanto a divertido de su personaje), y alguno más que me dejo acompañando más que dignamente la función, estamos ante una divertida y aunque no muy frenética, entretenida joyita que seguramente hará disfrutar al aficionado a la comedia francesa que se hacía en aquellos años, a la que ese retrato satírico del porno de la época (y por ende de aquellos espectadores) otorga vista hoy en día un muy divertido y cuasi entrañable plus, y en la que además podemos disfrutar de los correspondientes desnudos de prácticamente todo el elenco femenino (el de Arlette Emmery en medio de la calle recuerda a producciones voyeur, de esas medio porno que están de moda en Internet).
Por último y como curiosidad, reseñar que las escenas con coches de por medio (un coche saltando por los aires y cayendo de morro en una piscina, principalmente), son responsabilidad del mítico "cascadeur" francés, Remy Julienne, también encargado de sacar la carbonilla a los Seat 1430 y demás parque automovilístico en nuestras, "Perros callejeros 1977" y "Los últimos golpes de El Torete 1980".
Por último y como curiosidad, reseñar que las escenas con coches de por medio (un coche saltando por los aires y cayendo de morro en una piscina, principalmente), son responsabilidad del mítico "cascadeur" francés, Remy Julienne, también encargado de sacar la carbonilla a los Seat 1430 y demás parque automovilístico en nuestras, "Perros callejeros 1977" y "Los últimos golpes de El Torete 1980".