Detrás de ese magnifico póster que anuncia la película, la historia que nos cuenta va sobre pruebas pioneras de instalación de asientos eyectables (hacia abajo) en bombarderos B 47 durante la segunda mitad de la década de los 50, en la que cuatro probadores voluntarios están en lista de espera (3 titulares y un suplente) para hacer la prueba definitiva con personal de carne y hueso tras la aparente puesta a punta exitosa con dummies.

Utilizando imágenes reales cedidas por el ejercito norteamericano (como se nos indica al comienzo de la función) y mediante un andamiaje dramático sobre como afecta a esos probadores los luctuosos hechos que van surgiendo, tanto en relación entre ellos y familias respectivas, como con el oficial al mando (todos ellos veteranos de Corea) hasta alcanzar ese éxito que seguramente salvara esas vidas que hasta la fecha se va cobrando su ausencia, y dirigida por un Francis D. Lyon que 2 años antes había rodado esa joyita pulp llamada “La mujer serpiente 1955”, tenemos una entretenida función (mas que interesante y divertida en los personajes femeninos) que se deja ver, y si tienes curiosidad y escarbas por Google confunde en cuanto a fechas y datos si no eres entendido en el tema (mi caso), lo cual no es óbice para no dar por desperdiciada la poco mas de hora y cuarto de metraje.