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Voto de manuel:
9
9 de junio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Un país de sueños”, o como se dice en alemán, “Traumland”, una película que vi hace un mes y que llevo esperando tiempo poder sentarme y escribir esta crítica, es posible que nadie la lea porque parece ser que nadie ha votado esta película, pero esta crítica es para mi algo más personal.
Suiza y Zürich y una serie de historias que se cruzan para retratar un país de ensueño para muchos extranjeros.
Alemania siempre fue el país ejemplar para todo extranjero pero Suiza, lo es más, es el paraíso fiscal de mucha gentuza.
Sin ninguna duda esta película me ha tocado por dentro y me ha llamado mucho la atención porque cada historia parece que la he vivido o me la he encontrado en Zürich, vivo aquí hace seis años y me identifico con muchos aspectos de que se reflejan en la película.
Definiría a la película con una sola palabra, SOLEDAD, eso es lo que viven en el fondo de sus corazones todas estas personas, desde el emigrante hasta la mujer de la familia rica.
La película está muy bien escrita, dirigida, actuada y pensada, una crítica directa y real a la realidad de Suiza, una realidad que muchos desconocen, además se centra en un día especial, el día de navidad, un día en donde la soledad se potencia para muchos.
No quiero criticar a Suiza pues es un país que me ha dado muchas oportunidades, cierto, pero es cierto que la soledad que se vive aquí es muy grande.
Se dice que en los países más ricos hay menos gente por las calles y en los pobres, la gente está más por las calles, cierto, en Suiza las calles están vacías, todos viven en sus casas perfectas.
No quiero decir que todo es así, al contrario, tiene cosas muy buenas Suiza, es un país precioso y depende de uno el saber encontrar el balance dentro del país.
Dejando atrás las reflexiones personales, he de seguir analizando y decir que es una película formidable y me sorprende que no haya tenido más salida internacional, la vi en un pequeño cine en Polonia y por casualidad, y creo que es una gran pena, pues es sin duda, una gran película, desde la primera escena, te atrapa y no te deja libre hasta días después.
En ciertos momentos me recordaba a “Amores Perros”, una película con mensaje social y moral, en “Traumland” se dice lo mismo, pero en este caso, me ha tocado mucho más, pues trabajo y vivo en Suiza.
Si no han visto la película, hagan lo posible por conseguirla, la recomiendo a todos los que son extranjeros en Suiza.
Suiza y Zürich y una serie de historias que se cruzan para retratar un país de ensueño para muchos extranjeros.
Alemania siempre fue el país ejemplar para todo extranjero pero Suiza, lo es más, es el paraíso fiscal de mucha gentuza.
Sin ninguna duda esta película me ha tocado por dentro y me ha llamado mucho la atención porque cada historia parece que la he vivido o me la he encontrado en Zürich, vivo aquí hace seis años y me identifico con muchos aspectos de que se reflejan en la película.
Definiría a la película con una sola palabra, SOLEDAD, eso es lo que viven en el fondo de sus corazones todas estas personas, desde el emigrante hasta la mujer de la familia rica.
La película está muy bien escrita, dirigida, actuada y pensada, una crítica directa y real a la realidad de Suiza, una realidad que muchos desconocen, además se centra en un día especial, el día de navidad, un día en donde la soledad se potencia para muchos.
No quiero criticar a Suiza pues es un país que me ha dado muchas oportunidades, cierto, pero es cierto que la soledad que se vive aquí es muy grande.
Se dice que en los países más ricos hay menos gente por las calles y en los pobres, la gente está más por las calles, cierto, en Suiza las calles están vacías, todos viven en sus casas perfectas.
No quiero decir que todo es así, al contrario, tiene cosas muy buenas Suiza, es un país precioso y depende de uno el saber encontrar el balance dentro del país.
Dejando atrás las reflexiones personales, he de seguir analizando y decir que es una película formidable y me sorprende que no haya tenido más salida internacional, la vi en un pequeño cine en Polonia y por casualidad, y creo que es una gran pena, pues es sin duda, una gran película, desde la primera escena, te atrapa y no te deja libre hasta días después.
En ciertos momentos me recordaba a “Amores Perros”, una película con mensaje social y moral, en “Traumland” se dice lo mismo, pero en este caso, me ha tocado mucho más, pues trabajo y vivo en Suiza.
Si no han visto la película, hagan lo posible por conseguirla, la recomiendo a todos los que son extranjeros en Suiza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lo mejor es ir analizando las historias de las personas que se cruzan en la película.
La familia rica, es el ejemplo de familia ejemplar, intentan mostrar que todo les va bien, que son perfectos y felices, viven en una casa muy grande y moderna, sin gusto total, pero que compran arte, porque es algo muy “chulo” que llena nuestro vacío personal y que es muy importante para mostrar a los demás.
Es muy curioso, pero conozco muy bien a personas así, que viven en una mansión decorada sin gusto total, una familia que intenta mostrar lo felices que son, además compran arte y van de personas muy cultas y que se enteran mucho de ello pero en el fondo se cuece mucha mierda.
La familia rica queda muy bien retratada.
Sigamos con el hombre que tiene a su padre en la residencia de ancianos y que su hija (bastante rarita) pasa de estar con su padre el día de navidad, el padre para llenar su vacío prefiere pagar a una prostituta para que pase la noche con él, en un acto de desesperación saca a su padre de la residencia y le obliga a pasar la noche con él.
Es uno de los mejores momentos de la película, un toque de humor ácido.
Seguimos con uno de los personajes más personales, Marisa Paredes retrata a la sociedad emigrante en Suiza, una mujer que vive en un pequeño piso (decorado muy al estilo español y que ya he visto en muchas emigrantes españoles en Zürich), una mujer viuda que tiene una hija que vive una vida súper “chupi” con sus amigos en Honh Kong dejando a su madre totalmente sola en una fecha muy importante, carencia de valores familiares.
Marisa Paredes retrata un personaje maravilloso, muestra la desesperación por llenar su vacío y no sabe cómo, la tristeza llena su corazón.
Es el claro ejemplo de emigrantes que no tienen sus raíces en Suiza y ya llevan demasiado tiempo lejos de España, una sociedad sin rumbo ni destino.
Este caso me recuerda a algunos emigrantes que me hablaban de la misma manera, me decían que llevan quince años es Suiza pero que todavía no han conseguido integrarse…el personaje de Marisa Paredes no es ficción, es muy real, y por desgracia es lo que viven muchos extranjeros en Suiza.
Por otro lado tenemos a la prostituta, una joven inocente y muy desgraciada, quizás sea la historia más horripilante de la película, es sin duda, horrible, demasiado dolorosa y demasiado forzada, pero real.
Su personaje es claro, una prostituta que desea ganar y vivir mejor pero todos sabemos lo que rodea al mundo de la prostitución, y eso queda muy bien reflejado.
La película va más allá con esta historia, muestra como los suizos intentan ser pulcros en todo lo que hacen, hasta las prostitutas tienen un lugar donde pueden descansar con “dignidad”, aquí se muestra esa “hipocresía” que caracteriza a Suiza como país.
Además de esta historia también se muestra la historia de infidelidad de la mujer que cuida el lugar de las prostitutas, mostrando el lado bajo de la sociedad suiza, pues no todos son ricos.
Todas estas historia son reales y nada exageradas, todas tienen algo en común, la soledad que todos viven por dentro, un país que se muestra de cara al mundo como algo perfecto, un país ideal para vivir, pero todo es pura imagen.
La familia rica, es el ejemplo de familia ejemplar, intentan mostrar que todo les va bien, que son perfectos y felices, viven en una casa muy grande y moderna, sin gusto total, pero que compran arte, porque es algo muy “chulo” que llena nuestro vacío personal y que es muy importante para mostrar a los demás.
Es muy curioso, pero conozco muy bien a personas así, que viven en una mansión decorada sin gusto total, una familia que intenta mostrar lo felices que son, además compran arte y van de personas muy cultas y que se enteran mucho de ello pero en el fondo se cuece mucha mierda.
La familia rica queda muy bien retratada.
Sigamos con el hombre que tiene a su padre en la residencia de ancianos y que su hija (bastante rarita) pasa de estar con su padre el día de navidad, el padre para llenar su vacío prefiere pagar a una prostituta para que pase la noche con él, en un acto de desesperación saca a su padre de la residencia y le obliga a pasar la noche con él.
Es uno de los mejores momentos de la película, un toque de humor ácido.
Seguimos con uno de los personajes más personales, Marisa Paredes retrata a la sociedad emigrante en Suiza, una mujer que vive en un pequeño piso (decorado muy al estilo español y que ya he visto en muchas emigrantes españoles en Zürich), una mujer viuda que tiene una hija que vive una vida súper “chupi” con sus amigos en Honh Kong dejando a su madre totalmente sola en una fecha muy importante, carencia de valores familiares.
Marisa Paredes retrata un personaje maravilloso, muestra la desesperación por llenar su vacío y no sabe cómo, la tristeza llena su corazón.
Es el claro ejemplo de emigrantes que no tienen sus raíces en Suiza y ya llevan demasiado tiempo lejos de España, una sociedad sin rumbo ni destino.
Este caso me recuerda a algunos emigrantes que me hablaban de la misma manera, me decían que llevan quince años es Suiza pero que todavía no han conseguido integrarse…el personaje de Marisa Paredes no es ficción, es muy real, y por desgracia es lo que viven muchos extranjeros en Suiza.
Por otro lado tenemos a la prostituta, una joven inocente y muy desgraciada, quizás sea la historia más horripilante de la película, es sin duda, horrible, demasiado dolorosa y demasiado forzada, pero real.
Su personaje es claro, una prostituta que desea ganar y vivir mejor pero todos sabemos lo que rodea al mundo de la prostitución, y eso queda muy bien reflejado.
La película va más allá con esta historia, muestra como los suizos intentan ser pulcros en todo lo que hacen, hasta las prostitutas tienen un lugar donde pueden descansar con “dignidad”, aquí se muestra esa “hipocresía” que caracteriza a Suiza como país.
Además de esta historia también se muestra la historia de infidelidad de la mujer que cuida el lugar de las prostitutas, mostrando el lado bajo de la sociedad suiza, pues no todos son ricos.
Todas estas historia son reales y nada exageradas, todas tienen algo en común, la soledad que todos viven por dentro, un país que se muestra de cara al mundo como algo perfecto, un país ideal para vivir, pero todo es pura imagen.