Esto que digo no es ningún rollo gay, no estuve con él, ni tuve fantasías eróticas ni nada por el estilo. Es simplemente que anoche vi dos películas suyas: “Crash” de Cronenberg y esta cinta dirigida por el veterano y competente Sidney Lumet.

La película arranca bien, los primeros 20 minutos son entretenidos y convencen. Lo malo de esos 20 minutos es que ya asumes que la película no va a ser ninguna obra maestra ni ninguna maravilla pero que va a entretener pero lo que viene después es casi demencial con escenas francamente malas y con un final realmente que te lo hueles a kilómetros.

El rollo de Spader-Sedgwick y todo lo que sucede con ellos debería haber estado mucho más explotado y de forma bastante mejor. Al igual que lo de Sedgwick con su hermana. Las visitas de Spader a su jefe tienen gracia aunque a veces Lumet se excede. Lo del código morse del paciente sobra totalmente. Y las alucinaciones del otro paciente son de lejos lo peor de una cinta que, debido a esas alucinaciones, baja unos cuantos puntos merecidamente. Peor incluso que su final.

Los actores pues, bueno, normales. Spader y Kira Sedgwick cumplen. A Helen Mirren y Anne Bancroft, Lumet las desaprovecha en papeles menores. Y el resto pues ni fu ni fa.

No hay ni rastro del Lumet más eficiente, del que nos hace disfrutar con sus mejores películas. Tan solo en los 20 minutos iniciales pero que aún así tampoco llegan al nivel de otras películas suyas. Y el final es que es demasiado típico, le falta mala leche. Lo podía haber hecho de otra manera.

Así que si me quedo con algo, es con esos 20 minutos y muy especialmente con el punto de partida que proponía la película pero que finalmente no se aprovecha. Una verdadera lástima.