Parece mentira cómo una película con semejante reparto, plagado de estrellas que además son intérpretes de primerísimo nivel, puede desaprovechar tanto un potencial actoral así.
El problema de Una buena receta es que no tiene una buena historia que contar. Ya saben: típico cuento del chico estupendo con un gran futuro que es alcohólico y busca la redención. Lo de siempre. Tiene un desarrollo bastante anodino y no deja ninguna huella.
Bastante pobre. Si se lleva cuatro puntos es por el reparto, que aun así hace lo que puede con semejante bobada de historia y de situaciones.