Ni Michael Fassbender como Guy Fawkes en los inicios de su carrera y demostrando ya el pedazo de actor que era (¡y qué guapo está, madre mía! como dato aparte) logra salvar a esta producción del tedio. El trabajo técnico, como es habitual en la ficción inglesa, es excelente, pero la narración es plomiza y el ritmo demasiado lento como para interesar al espectador con una de las historias más apasionantes del Renacentismo europeo, que fue la de María Estuardo. Una lástima.

Lo mejor: Los actores y el trabajo técnico
Lo peor: Aburre y no contagia entusiasmo por la trama