Mala adaptación de una de las novelas de James Hadley Chase, que peca de resultar sosa a más no poder.
Y es una lástima pues tenía buenos elementos para sacar la empresa adelante: unos estimables intérpretes y aspectos técnicos impecables como la excelente fotografía en blanco y negro y a toda pantalla.
Pero resulta que la dirección de Jacques Deray es parsimoniosa, triste y apagada. Le falta ritmo a la historia y resulta envarada en la puesta de escena.
Todo ello hace que la peli aburra y resulte muy tediosa, haciéndose larga y pesada.
Sí es verdad que hacia el final mejora, pero ocurre que finaliza la historia de modo anticlimático, sin nada emocionante. Desconozco si la novela acababa así, pero si no, es como para matar al guionista.
En resumen, francamente mediocre.
Como curiosidad, es la primera aparición en pantalla, en un largometraje quiero decir, de la gran Geraldine Chaplin (por cierto, pero que muy atractiva está en la película).

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