Curioso film, que tiene como virtud el ser, o así parece, el primero que unió western y fantástico.
Y lo hace bien, modestamente pues la producción es más bien barata.
El realizador y su esposa Mildred escribieron, según se dice, como una broma, el guión y sorprendentemente lo aceptaron y se rodó.
Y el resultado es atractivo, sugerente. Gracias al propio guión, que posee buenos diálogos, sobre todo los que tienen lugar entre los dos protagonistas masculinos, así como la excelente composición de Michael Pate, siempre buen actor, como el vampiro.
Historia melancólica, dotada de un buen clímax sugerente y con escenas propias del puro western que hacen que se siga con interés la trama y al final sea bastante entretenido. Todo dentro de un contexto de clara falta de ambición y de escasez de medios económicos, como he dicho anteriormente.
Está bien y deja un buen sabor de boca.

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