Una película que puede llegar a aburrir a todos aquellos que les gusta las escenas rápidas, pero a los que les gusta sentir el ambiente es de lo mejor, son pocas las películas mexicanas que logran algo así.

El actor Manuel Ojeda pareciera sobre actuar, pero es exactamente lo que da mas color a la película, el personaje que interpreta se convierte exageradamente molesto en varias escenas, es tan bueno en su papel que me hizo recordar todas las veces que conviví con mi tío borracho, exactamente lo interpreta, parece que se emborracho de verdad.

El ambiente del hospital psiquiátrico es tan bien trabajado, un poco diferente a como se hace actualmente, pues ahora no se permite fumar, desconozco si antes se permitía pero en esta película fuman como si estuvieran en sus casas, un punto negativo pues rompe con la lógica de la higiene de un hospital.

En conclusión, yo la recomiendo si quieres salir un momento de todas las películas actuales con escenas rápidas, con mucha acción y actores con caritas bonitas, aquí están feos, están despeinados y parecieran que hablaran contigo, pues sus diálogos son tan normales como si te hubieras reunido con un grupo de amigos, pues no necesitan actuar bien, ¡caramba!, ¡es un manicomio! ¿quien actúa bien dentro de un hospital psiquiátrico?