La película en sí no era "mala". Simplemente, era una historia demasiado realista, y con realista me refiero a que los diálogos y las acciones parecían grabadas en directo de un par de personas que interactuasen de forma espontánea y natural, sin guión a seguir. Con lo cual, su relación era aburrida y sin peso emotivo. A medida que avanza la película, las conversaciones se vuelven más lentas e insustanciales... siempre más de lo mismo, con intervalos de hasta medio minuto entre respuesta y respuesta, e incluso de un cuarto de minuto entre palabra y palabra. ¿Silencios simbólicos? Lo dudo... yo creo que no les llegaba el guión para que la película durase una hora, y alargaron la duración con una cadencia lenta en exceso. ¿Lo mejor? La interpretación del padre de ella, que borda la expresión de "desgraciado de la vida". En fin, una película tan lenta que hasta la despedida final de ella (se supone que debería ser la parte culminante, la escena en la que todos lloran de pena) uno desea que alguien le suplique se calle la boca. Podría haber sido una historia conmovedora destacable, pero la destrozaron con unas interpretaciones que dejan mucho que desear y con un exceso de lentitud sentimentaloide... que no venía a cuento.