El comienzo nos suena, y mucho, ya que se trata de un grupo de personas encerradas en una especie de pozo subterráneo con un par de salas, teniendo solo unos cuantos barriles de agua y un bisturí para sobrevivir "como sea".

Aunque sea una historia que tenga pinta de predecible y demasiado típica para los amantes del género, tengo que reconocer que pasados unos 10 minutos de metraje, la cinta engancha y consigue llevar un buen ritmo pese a tener un escenario tan reducido, eso sí, recurriendo más a la tensión y a la angustia de los personajes que al "terror" (ya que afortunadamente no hay momentos de esos de "susto y golpe sonoro chirriante"), debido a la leve esperanza de las personas encerradas a poder sobrevivir 30 días y a los problemas emocionales y mentales que dicha situación acarrea al pasar día tras día en esta situación.

También se podía llegar a considerar como un pequeño estudio psicológico de hasta donde puede llegar cualquier persona para sobrevivir (así parece que lo asume el secuestrador, intentando conseguir de alguna manera expiación a sus remordimientos o algún razonamiento lógico a sus "actos de juventud", aclarados en spoilers), o incluso un avance de hasta donde podría llegar a ser la tele basura o el Gran Hermano más radical dentro de muchos (espero que muchos...) años.

Se deja ver, y pese a no tener unas actuaciones destacables, entretiene y engancha al espectador, y respecto al desenlace, aún siendo bastante típico, no es tan lamentable como se podía esperar teniendo en cuenta la historia.


Wolf.