Allá por 1998 cuando se estrenó esta película entrábamos nuevamente en la época de las catástrofes y las películas del género se ofrecían con satisfacción por parte de los estudios que gracias al progreso digital y especialmente por los ingresos que brindaban no dudaban realizar una tras otra “Twister”, “Volcano”, “Dante’s Peak”, “Independence Day” y por supuesto el “Armageddon” de Michael Bay que vendría poco después de esta. Las diferencias entre “Deep impact” y “Armageddon” son cuantiosas, mirándolo fríamente lo único que tienen en común es el elemento meteorito y su establecimiento dentro del género catastrófico, por lo demás mientras “Deep impact” se mueve hacia el drama, “Armageddon” se va por la comedia de acción desenfrenada y sin límites. Cualitativamente el film de Dreamworks gana por goleada al de Disney, Mimi Leder opta por una representación temática seria y bien documentada, la trama se elabora en torno al elemento humano y sopesa las consecuencias del desastre de una manera adulta, donde la Nasa envía (como dicta la lógica) a un grupo de astronautas para tratar de solucionar la situación y no a un grupo de payasos sin preparación, el meteorito es avistado dentro de un tiempo razonable y no en el último instante y la palabra sacrificio adquiere credibilidad dentro de “Deep impact” sin saturar la pantalla de pedradas espaciales y música pop para efectuar más ruido. Y no es que “Deep impact” sea un film perfecto, en determinados momentos se deja llevar por un exceso de verborrea absolutamente innecesario, el film no requiere de tanta información como termina manifestando y la historia adolescente es tan obvia como plana y seguramente prescindible. En conclusión “Deep impact” es un buen film de género que aborda formalmente un género que tiende al exceso ruidoso, prestando una inusual seriedad y coherencia narrativa que entiendo a pasado injustamente desestimada.