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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Comedia. Drama Acabadas las patatas en un pueblo francés de la zona ocupada, a Clovis no le queda otra que marchar a escondidas a la zona libre si quiere alimentar a su familia. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacido en Ardennes, Francia, en el año 1923, Jacques Vaucherot, fue un profesor de letras clásicas que decidió convertirse en escritor cuando, las historias que él mismo vivió y conoció durante la II Guerra Mundial, le hicieron sentir que no podían entrar en el olvido y que tenía que hacerlas conocer con una gran esperanza: ¡Que no se repitan jamás! Vaucherot no tuvo demasiada suerte, ya que, muchas de las historias que escribió se quedaron guardadas en su escritorio, pero, por fortuna, los editores se sintieron conmovidos con su verídica historia de, “Les Patates”, y por fin pudo ver publicada esta obra suya, en 1962.

Seis años después, la novela cayó en manos de ese gran director que fuera, Claude Autant-Lara (¡cómo no recordar “Douce”, “Le Diable au Corps", “L’Auberge Rouge”…!), y tras ser adaptada por Jean Aurenche, decidió llevarla al cine convencido también de que era una historia que había que contar. Con cierto aire a, “La Traversée de París”, otra brillante película que, Autant-Lara, realizara en 1956, en la que dos tipos muy simpáticos tendrán que cargar unas maletas con piezas de cerdo, destinadas al mercado negro en tiempos de guerra, en <<LAS PATATAS>>, será Clovis Parizel, un empleado de fundición quien, abocado a conseguir alimento para su familia -ya que éste comienza a agotarse ante la amarga presencia del ejército nazi que ha ocupado una tercera parte del territorio francés-, también hace un largo y riesgoso viaje para obtener una patatas de siembra con las que planea hacer su propia huerta.

Son tiempos en los que, la gente del pueblo solo puede consumir patatas y más patatas para no morir de hambre… y, Parizel, está dispuesto a arriesgar su vida para sostener a la esposa y los dos hijos, a los que tanto ama. La historia tiene momentos muy divertidos y de gran calidez (la clase sobre el Honor; los encuentros de Parizel con el aduanero; las patatas encontradas por los dos gendarmes; la anécdota de guerra que el padre cuenta a su hijo…) pero, infortunadamente, no se mantiene en alto suficientemente, y por momentos, pierde fluidez y agarre.

Pierre Perret, consigue meterse en la piel del atribulado padre de familia y logra que nos encariñemos con su personaje; también, Pascale Roberts, luce muy agradable en su rol de Fifine, pero, el resto del reparto apenas cumple con su cometido y uno siente que, el director, hizo esta película sin contar con un holgado presupuesto, además de que, constantemente se veía abocado a suspender el rodaje por el invierno que azotó la zona.

Con todo, y con un espíritu conciliador y generoso, <<LAS PATATAS>>, deja sentado que siempre es el pueblo el que lleva la peor parte en el fragor de la guerra ¡y esto no puede volver a suceder!
Luis Guillermo Cardona
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