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Voto de Luis Guillermo Cardona:
3
Drama Después de haber ocupado el cargo de senador durante dos años, Blake Washburn pierde su puesto tras las elecciones, pero parece que tras su fracaso se esconde algún asunto de turbias intenciones a cargo de los grandes hombres de negocios de la ciudad, en concreto de John McFarland, padre del candidato triunfador. Blake hará uso de su trabajo de editor del Herald, el periódico más influyente de la ciudad, para emprender una cruzada ... [+]
30 de octubre de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué las oligarquías le tienen miedo, y a veces, pánico al comunismo? Por una razón sencilla: Porque temen perderlo “todo”. Pero, su mayor temor no es perder las grandes riquezas que han logrado acumular (no siempre de honradas maneras), sino sus privilegios, aquello que los hace “superiores”, distinguidos y especiales ante los demás. Les aterra pensar que puedan ser tratados “como a cualquier persona” y que tengan que estar en lugares donde pueda hallarse gente que no tenga su misma 'cultura', sus mismos trajes, ni su mismo color de piel.

La consolidación de la Unión Soviética como una potencia mundial y la simpatía que su régimen de gobierno venía despertando en numerosos países del mundo, en los años 1950 fue alentando una particular histeria colectiva entre los grandes capitalistas estadounidenses, hasta el punto de convertirse en una suerte de epidemia que llegó hasta las más altas esferas gubernamentales. Los medios de comunicación, incluida la industria del cine, se sumaron, entonces, al fenómeno e hicieron su particular aporte comenzando a producir películas que ya no elogiaban a la Unión Soviética como ocurriera en la década del 40 -cuando convenía su participación en la II Guerra Mundial- sino que ahora hacían alegatos anticomunistas o argumentaban como bien pudieran sobre las “bondades” del capitalismo.

Entre esta curiosa camada de películas, surgió “HISTORIA DE UNA CIUDAD”, la cual partió de la iniciativa de la General Motors para promover las virtudes de las grandes empresas. Pero, es fácil concluir que no se determinó hacer una gran inversión, sino que se buscó hacer un filme modesto, puesto que, el director, el equipo técnico y los actores elegidos, no estaban entre los grandes nombres del cine.

Y definitivamente, de no ser porque, durante unos pocos minutos, en la película aparece la inmortal Marilyn Monroe, haciendo las veces de secretaria, “HISTORIA DE UNA CIUDAD” sería un título que ya no recordaría nadie y estaría, desde hace muchos años, en el gigantesco promontorio del olvido que es donde merece estar.

Empezando, la historia resulta llamativa, pues, nos da la impresión de que va a ofrecernos una trama como las que, en años recientes, pudimos ver en “Acción Civil” o en “Erin Brockovich”, pero, en un tas-tás, esto se viene al traste porque, el nuevo editor del Fairfax Herald, Blake Washburn, resulta ser un ingenuote con más prejuicios y buenas intenciones que necesaria información, y el empresario John MacFarland, va a demostrarle, enseguida, que es un tipo aplicado a las leyes, y además, bastante 'generoso'.

Por supuesto, el filme nos escamoteará cómo es su relación con los obreros y empleados de la empresa; qué suerte de salarios y condiciones laborales les ofrece; qué intenciones tiene con su desabrochada generosidad en favor de Washburn… y, es de palabra y a su estilo, que conocemos los “beneficios para el cliente” que, dice, estar ofreciendo.

De cabo a rabo, la historiecilla -bastante breve por fortuna- mantiene un gran afán de manipularnos mostrando a vuelo de pájaro que, la gran industria “sólo pretende servirnos” y que “es gracias a los grandes empresarios que cada día vivimos mejor”. ¡Claro, no es sino mirar la atmósfera, los bosques y los mares… y las condiciones en que sobrevive la clase obrera, para “corroborarlo”!... Y al medio ambiente, ya ustedes saben la clase de contribución que la General Motors ha hecho todos estos años.

¿Para recordar? Sí, los dos o tres instantes en que la secretaria Iris (Marilyn), pone en su lugar al galanteador Slim (Alan Hale Jr.).
Luis Guillermo Cardona
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