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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Thriller. Intriga. Cine negro Un psiquiatra consigue atrapar a un ladrón que había entrado en su casa. A cambio de ser liberado, el delincuente se presta a servir de conejillo de Indias para que el doctor pueda investigar sus teorías sobre la rehabilitación de los pacientes. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando, en la primavera de 1951, dos testigos citaron el nombre de Joseph Losey ante la HUAC (Comité de Actividades Antinorteamericanas), el abogado del director sugirió que él podía lograr un pacto con el Comité para que declarara en secreto. Pero, la actitud de Losey, coherente y comprometida, fue abandonar el trabajo de edición de su más reciente película, “The big night”, y en pocos días ya estaba camino hacia Europa junto a su esposa Louise, mientras la ignominiosa HUAC le buscaba infructuosamente para que diera su testimonio.

Después de permanecer un año en Italia donde rodó “Stranger on the prowl”, Losey se arriesgó a regresar a los EEUU, pero muchas puertas estaban cerradas para él, así que no tuvo más remedio que volver a Europa, asentándose en Londres desde 1953.

En Inglaterra, lo primero que le ofrecieron fue, “EL TIGRE DORMIDO”, un filme basado en la novela del ucraniano Maurice Moiseiwitsch (1914-1972) que habla del peligroso experimento en que se involucra un psicólogo, al llevar a vivir a su casa a un delincuente que estuvo a punto de atracarlo, pues él cree que, en un ambiente favorable y con el trato adecuado, es posible reformarlo.

Curiosamente, tras de cámaras, el experimento también fue considerado peligroso para el resultado de la película y para la seguridad de los protagonistas, Alexis Smith y Alexander Knox, quienes temían que sus carreras fuesen bloqueadas en los Estados Unidos por haber trabajado para Joseph Losey. Así que se optó que el filme llevara la firma del productor Victor Hanbury también como director y que los guionistas Harold Buchman y Carl Foreman (también en la lista negra) aparecieran solamente como Derek Frye.

La trama, en un puro ambiente de film noir, nos conducirá una vez más a un peligroso triángulo amoroso, pero ofreciéndonos algunos elementos sorpresa bastante innovadores y llamativos, haciendo que nuestros prejuicios fácilmente puedan rodar por el suelo y demostrándonos que, la fiera dormida es algo que todos llevamos dentro, y a veces, puede despertar en quienes menos se espera.

Fue éste, el comienzo de la fructífera asociación entre Joseph Losey y ese gran actor que fuera Dirk Bogarde, quienes luego se reencontrarían en cuatro títulos más (The servant, King and Country, Modesty Blaise y Accident).

Desde entonces, mucha gente en Europa estuvo dispuesta a darle trabajo a ese gran director que fuera Joseph Losey, quien, de ser un interesante director en los Estados Unidos de Norteamérica, paso a ser uno de los más notables directores de Inglaterra.

P.D.: Atención a la interesante alegoría que hay en la escena de cierre.

Título para Latinoamérica: “LA FIERA DORMIDA”
Luis Guillermo Cardona
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