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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Intriga. Drama Terminados sus estudios en un internado, Laura (Elsa Daniel) regresa a la sombría casa donde vive con su madre y su tía. Sabe que en el desván vive escondido un ser del que la familia se avergüenza. Con la ayuda de su novio (Leonardo Favio) acaba descubriendo quién habita en ese desván y qué secreto le ocultan todos. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con, “LA MANO EN LA TRAMPA”, el director argentino Leopoldo Torre Nilsson, daba comienzo a una suerte de trilogía que, seguida por “Boquitas pintadas” (1974) y terminando con “Piedra Libre” (1976), buscó plantar su amplio discurso sobre “esas sociedades tan bellas como corrompidas, hipócritas e injustas, compuestas por individuos que viven sus vicios y sus pasiones ultrajando y humillando a los demás e incluso pasando sobre sus vidas”. (1)

Podríamos llamar a esta trilogía La Clase Decadente, pues, los principios y las decisiones que toman los personajes de los que se ocupa Torre Nilsson –bien extraídos de la realidad-, dejan harto que desear y creo que nadie sensato podrá mirarlos con beneplácito. En estrecha colaboración con su esposa, Beatriz Guido (autora de la mayoría de los cuentos y novelas en que basa sus películas), el director ubica esta primera historia en una gran casona argentina donde mora la familia Lavigni, adonde recién ha llegado de vacaciones la joven Laura, hija de una de varias hermanas que laboran como bordadoras. Pronto, la muchacha comienza a sentirse intrigada cuando, al escuchar ciertos ruidos en lo alto de la casa, le informan que allí está encerrado un joven con retraso mental al que no debe ver.

Por enésima vez se comprobará que toda prohibición se convierte en un reto… y la chica va a empeñarse en conocer a ese que, dicen, es su hermano-medio.

Comienza así, una intrigante historia que, Torre Nilsson conduce con una muy buena ambientación, una iluminación bastante sugestiva y una sugerente composición de primeros planos con los que se propone ahondar en el ser más íntimo de sus personajes. Cada detalle argumental se alimenta muy sutilmente de las intrigas familiares, la discriminación, el oportunismo, los delitos acallados, el orgullo sostenido hasta las peores consecuencias… y otras vergüenzas que revelarán que, “tenerlo todo”, en cualquier momento puede llegar a lucir como “un carecer de Todo lo esencial para poder vivir en paz”.

Rodada en coproducción española-argentina, “LA MANO EN LA TRAMPA”, es protagonizada por Francisco Rabal (Cristóbal Achaval), la suerte de hombre bien apuesto y adinerado, cuyas actitudes urge sopesarlas porque, como dicen por ahí (y bien lo dicen) “ojos se ven, pero corazones no”. Junto a él, la argentina Elsa Daniel, es esa Laura Lavigne que nos da la sensación de ser una especie de ángel no tan ángel; y Leonardo Favio, el a futuro notable director y cantante, tiene aquí la que quizás sea su primera actuación importante como el adolescente Miguel.

De acuerdo con Torre Nilsson, también creo que, el artista debe empaparse de sociedad porque, primero, esto le permite vivir de cuerpo, mente y corazón presentes, y después, para poder así tener una idea crítica y objetiva frente a esa sociedad. Sólo se escribe bien y se hace buen cine cuando se habla de lo que se Conoce.

(1) Il Cinema dei Maestri. Gian Luigi Rondi
Luis Guillermo Cardona
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