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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Narra la tragedia humana provocada por el gran terremoto que asoló Irán en 1990. Un director de cine y su hijo deciden, tras el terremoto, visitar el pueblo donde habían rodado la película "¿Donde está la casa de mi amigo?", para saber cómo están los niños actores que participaron en ella. Años después Kiarostami hará otra película ("A través de los olivos") sobre el rodaje de ésta, incorporando una historia de amor. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2013
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Koker, es un humilde pueblo ubicado en el norte de Irán. Su nombre se hizo famoso desde el año 1987, cuando el director Abbas Kiarostami, rodó allí -utilizando a algunos de sus habitantes- la ejemplar y conmovedora película, “¿Dónde está la casa de mi amigo?”, con la que alcanzó reconocimiento internacional. Aquellos campos desiertos; aquellas humildes viviendas en las que veremos, sobre todo, a numerosos ancianos y a unos tantos niños; y el rostro preocupado de aquel honesto chico, al que representa magistralmente, Babek Ahmed Poor, empeñado en regresarle un cuaderno a un compañero de estudio, al que sabe que podría perjudicar si no lleva la tarea al día siguiente, son cosas que se quedan grabadas en la memoria de cualquier ser sensible que haya tenido el privilegio de apreciarlas.

El 21 de junio de 1990, un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter, sacudió a Irán y devastó a varios pueblos, entre los que se incluyó Koker, dejando una cifra superior a los 60 mil muertos. Como era de esperarse, Abbas Kiarostami, pensó enseguida en los actores de su película y se mostró muy ansioso por saber qué suerte había corrido Babek, su ya célebre intérprete.

Así nace, <<Y LA VIDA CONTINÚA>>, película en la que, Farhad Kheradmand, representará a Kiarostami y junto a su hijo Puya (Buba Bayour), hará en automóvil el largo recorrido, desde Teherán hasta Koker, con el ánimo de comprobar si, Babek Ahmed Poor, sobrevivió al desastre natural. El largo recorrido en vehículo que, desde este filme se hará habitual en la obra de Kiarostami, servirá para verificar el deplorable estado en que quedaron los pueblos afectados, pero especialmente, nos permitirá conocer el sentir y las actitudes que comienzan a asumir los sobrevivientes.

Veremos desazón y tristeza en aquellos que lo perdieron todo, incluidos sus seres queridos; apreciaremos el afán de los obreros por remover los escombros y preparar el terreno; descubriremos a las madres ordenando lo que ha quedado intacto y atendiendo a sus familias… y los jóvenes y niños demostrarán que la tragedia no significa para una derrota definitiva. Que la vida continúa… y ellos tienen el ánimo necesario como para seguirla disfrutando. Ahora tienen el regalo del mundial de fútbol, y eso alienta su entusiasmo y la expectativa por presenciar cada nuevo partido.

Cedo a la elección de Kiarostami, al preferir que, <<Y LA VIDA CONTINÚA>>, sea considerada una trilogía, sumada a, “A través de los olivos” y “El sabor de las cerezas”, pues, el propósito de éstos filmes es uno grande: Reivindicar el valor de la existencia; y a fe que lo logran con la sabiduría de lo simple, con profunda dignidad, y haciéndonos descubrir a un buen puñado de seres humanos que entiende de Solidaridad, Respeto y Tolerancia, así, con mayúsculas.
Luis Guillermo Cardona
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