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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Musical. Drama En la casbah de la ciudad de Argel vive refugiado y protegido por los habitantes del barrio Pepe Le Moko, un francés que se dedica al trapicheo de objetos robados... (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cuento es algo paradójico: El ladrón de joyas, jugador y mujeriego, Pépé le Moko, conserva su seguridad viviendo en La Casbah (del árabe القصبة kasbah=ciudadela, un recinto fortificado que, en español, se conoce también como alcazaba), pero, aunque aquí es libre, ya que ni siquiera la policía consigue detenerlo mientras permanezca dentro de sus linderos, pues, cuenta allí con unos 50 mil colaboradores, también es un prisionero, pues, no puede acceder al resto del mundo, teniendo que permanecer entre su sitio de residencia, el bar de Inez, su paciente enamorada, o el cabaret de Odette, un lugar que ofrece fiesta y baile, pero sin grandes atractivos.

Pero, será necesario que a la vida de Pepe llegue la turista Gaby -una rara y sugestiva belleza nórdica, comprometida en matrimonio con un hombre que le está dando todo, pero que no le despierta amor- para que, por fin, se dé cuenta de la gran prisión que resulta la Casbah. Desde entonces, la tentación de salir de allí será el anhelo de cada día… y para el inspector Slimane, esta es la ocasión que tanto ha esperado y está dispuesto a alimentarla a como dé lugar.

Tomando como punto de partida la novela, “Pépé le Moko”, que Henri La Barthe (bajo el seudónimo Détective Ashelbé) publicara en 1931, esta es la tercera ocasión en que el cine se ocupa de una historia de amor que, en lo personal, sigo contándola entre las más bellas que hayamos podido ver cuando, con el título original, la dirigiera Julien Duvivier en 1937. Después, Hollywood se interesó en ella, pero, la versión de John Cromwell (“Algiers”, 1938), es una apagada copia al carbón de la de Duvivier, cambiando únicamente los actores y un poquito el final… sin fortuna alguna.

Diez años más han pasado, y es ahora, la productora Universal, la que considera que, el auge que viene teniendo el género musical, hace posible recuperar esta bellísima historia de amor y convertirla en un drama detectivesco semi-musical. Leslie Bush-Fekete y Arnold Manoff se encargaron de la adaptación de la novela y el timón se lo dieron a John Berry, el cual también se cuidaría de no alejarse demasiado de la versión de Duvivier, pues, seguramente como nosotros, también creía que su versión es impecable.

El primer acierto es el reparto: Tony Martin, resulta bastante carismático y viril. Yvonne de Carlo, encaja perfecto como la bella muchacha árabe que siempre aguarda con paciencia a su enamorado. Märta Torén nos conmueve con su entrega y su calidez, sobre todo cuando sabemos que, esta joven actriz sueca, fallecería al cumplir ¡tan solo 30 años! a consecuencia de una hemorragia cerebral cuando intentaba triunfar en su propia tierra como actriz de teatro… y Peter Lorre, magnífico como el flemático inspector que aguarda con paciencia y con sapiencia a que un día llegue la oportunidad que, sabe, que llegará.

Todo luce muy bien… excepto lo musical: Un par de bailes que tan sólo sirven para mostrar lo mal que se divierte el enclaustrado Pepe, y varias canciones que, con muy buena voz interpreta Martin, pero, les falta pega como para que consigan atraparnos.

Con todo, “CASBAH” es una película que se deja ver y una historia de amor que siempre se recordará.
Luis Guillermo Cardona
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