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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Basada en una historia real que explica el origen del narcotráfico en Colombia, la película se sitúa en los años 70 cuando la juventud norteamericana abraza la cultura hippie y con ella a la marihuana. Esto provoca que los agricultores de la zona se conviertan en “empresarios” a un ritmo veloz. En el desierto de Guajira, una familia indígena Wayuu se ve obligada a asumir un papel de liderazgo en esta nueva empresa. La riqueza y el poder ... [+]
11 de junio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras, Ciro Guerra (el director) y Cristina Gallego (entonces productora), se hallaban en los preparativos del rodaje de su notable película, “Los Viajes del Viento” (2009), en sus charlas informales con los habitantes de La Guajira, Colombia, estos les narraron muchas historias sobre la llamada Bonanza Marimbera (alto cultivo y exportación de marihuana hacia los Estados Unidos de Norteamérica) que tuvo lugar entre 1975 y 1985, aproximadamente, la cual generó la llegada de grandes sumas de dólares al país… y también un buen número de masacres, venganzas familiares y toda suerte de atrocidades. Tras cada historia que llegaba a sus atentos oídos, los realizadores se preguntaban, cómo podía ser que nadie se hubiese ocupado, cinematográficamente, de semejante momento histórico… aunque cabe recordar que hubo una curiosa referencia al tema de los cultivos ilícitos en el filme de Jairo Pinilla, “Área Maldita” (1980). También accedieron, Guerra y Gallego, a un amplio conocimiento del rol de la mujer en la etnia Wayuu, y todo esto, es lo que vamos a ver, debida y muy efectivamente recreado en, <<PÁJAROS DE VERANO>>, uno de esos valiosos filmes que nos aproximan a la zona gris de la historia de nuestra patria.

Pueblo dedicado, sobre todo, al pastoreo (cabras, chivos, caballos, mulas…), a la pesca y a las labores artesanales, los wayuu tienen entre sus tradiciones que, cuando un hombre quiere casarse, debe lograr un acuerdo con los padres de la novia donde se definirá cuanto ganado y joyas deberá entregar como dote.

Rapayet, es un joven que, al no tener como pagar la dote que le permitirá casarse con la bella, Zaida, del clan Pushaina, terminará aliado a su viejo amigo Moisés (Moncho), con el cual comprará marihuana a su primo Anibal, la cual ellos venderán a los turistas gringos… y muy pronto a la mafia de este país.

Como puede esperarse, el flujo de dólares que llega a sus arcas pronto comenzará a empañarse… y entonces, asistiremos a un enfrentamiento entre dos clanes familiares que, Gallego y Guerra, van a recrear con notable recursividad narrativa, dándose el gusto de trabajar con auténticos wayuu, y hasta rodar gran parte de las escenas habladas en su dialecto.

La autenticidad del filme, lo convierte en una obra antropológica muy significativa y, además de los muchos logros visuales, la trama, en general, convence, y ese negro lunar de la historia de Colombia queda claramente reflejado… y aunque no podamos hablar de actuaciones magistrales, necesario es reconocer que los protagonistas lucen auténticos y un cierto halo de poesía (los capítulos separados como cantos; los simbolismos con los animales; Úrsula en referencia a “Cien años de soledad”; el cantor anticipando algunos hechos…) que emerge a todo lo largo de la historia, consolida una obra que enaltece al cine colombiano.
Luis Guillermo Cardona
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